¿Y si la Guardia Civil identifica al grafitero Invader?
Un juez pide a los agentes que investiguen quién es el enigmático artista francés cuyas obras están en edificios de Málaga y otras ciudades del mundo
Un juez de Málaga ha pedido a la Guardia Civil que haga las gestiones oportunas para la identificación “plena” del grafitero anónimo Invader, contra el que recientemente se querelló la fiscalía porque dos de sus mosaicos aparecieron en sendos edificios del centro de esta ciudad catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC), uno de ellos el palacio episcopal, donde las famosas teselas dibujan una gitanilla con vestido de volantes. Del artista urbano se sabe que es francés y su identidad no está del todo clara, se especula incluso con que detrás de ese pseudónimo se esconde todo un equipo de artistas callejeros.
El anonimato es muy común en el llamado street art. Uno de los más famosos es Banksy, sobre cuya identidad se sigue especulando año tras año, pero cuyo arte callejero es mundialmente conocido y apreciado. Las obras del francés Invader se basan en el conocido videojuego Space Invaders y, según su página web, están repartidas por más de 70 ciudades de todo el mundo. Son dibujos con aspecto pixelado que se elaboran con teselas de colores. La Guardia Civil puede intentarlo, pero el juez debe saber que no será fácil. Si lo logran será noticia en medio mundo.
En Málaga, la actuación del artista galo se materializó a finales de mayo del año pasado, coincidiendo con la celebración de La noche en blanco. Hay 29 mosaicos repartidos por otros tantos puntos de la ciudad, pero la polémica saltó por los 15 de ellos, situados en el centro histórico, que está protegido en su totalidad. Una de las obras es la gitanilla del palacio del obispo y la otra, un pulpo de color azul, en una pared del Palacio de Salinas. Los dos inmuebles son cercanos.
El obispado de Málaga, tras la aparición de la flamenca, pidió a la Junta de Andalucía la retirada del mosaico, sin poner en duda su “calidad artística”, porque se había instalado sin autorización, como es propio de este arte urbano. Esta reclamación derivó en un informe de la Delegación de Cultura del Gobierno andaluz, tras una investigación del Seprona de la Guardia Civil, que es el encargado de dirimir los delitos contra el patrimonio. Posteriormente, el pasado febrero, la fiscalía de Medio Ambiente presentó una querella contra Invader y contra el director del Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga, Fernando Francés, por ser presuntamente la persona que invitó al artista a intervenir en la ciudad.
El Juzgado de Instrucción 6 de Málaga ha admitido esa querella y, además de pedir a la Guardia Civil que aclare completamente la identidad de Invader, ha citado a declarar como investigado a Fernando Francés el próximo 11 de junio. El magistrado ha encargado otras pesquisas, como escuchar el testimonio de varios agentes, comprobar si existen grabaciones en la zona afectada que arrojen luz sobre la actuación artística y que se faciliten los documentos sobre la protección del centro histórico de Málaga y de los dos edificios afectados.
Los hechos que han motivado la querella por supuestos daños contra el patrimonio “presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal”, apunta el auto judicial que ordena la apertura de diligencias por los mosaicos instalados en dos edificios protegidos.
Babelia
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