La fiscalía de Málaga se querella contra Invader por colocar mosaicos en dos edificios protegidos
La denuncia se extiende también al director del CAC Málaga por un presunto delito sobre el Patrimonio
La relación del grafitero Invader con Málaga se ha convertido en un culebrón. La Fiscalía de Medio Ambiente se ha querellado contra el artista anónimo por supuestamente colocar dos de sus mosaicos en sendos edificios catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC) del centro de la capital malagueña, el Palacio Episcopal y el Palacio de Salinas, muy cercanos entre sí.
La denuncia presentada en los juzgados se extiende también al director del CAC Málaga, Fernando Francés, por ser presuntamente la persona que invitó a Invader a intervenir en la ciudad. La acción judicial contra los dos se sustenta en un presunto delito sobre el Patrimonio Histórico recogido de los artículos 321 al 324 del Código Penal, con penas que pueden ir desde multa a tres años de prisión. Fuentes de la fiscalía han recordado que las obras se alojaron en las paredes sin consentimiento de los propietarios de los inmuebles.
El ministerio público, en su querella, pide al Seprona de la Guardia Civil, que lleva meses investigando las obras del grafitero a petición de la Junta de Andalucía, que investigue la identidad de Invader y que se tome declaración tanto a los dos investigados como a posibles testigos.
El vínculo del conocidísimo grafitero con Málaga se materializó a finales de mayo del año pasado, coincidiendo con la celebración de La Noche en Blanco. Surgieron 29 de sus teselas repartidas en distintos puntos de la ciudad. Las obras están basadas en la estética del famoso videojuego Space Invaders de la década de los 80 del siglo pasado. Este artista ha instalado alguna de sus populares obras en más de 70 ciudades de todo el mundo, siempre sin autorización
La polémica en Málaga saltó porque una de las obras (una gitanilla vestida de rojo) se incrustó en una de las fachadas del Palacio Episcopal y el Obispado, sin poner en duda “la calidad artística” de la obra, subrayó que la acción se había hecho sin autorización y reclamó a la Junta de Andalucía que procediera a su retirada.
La Delegación de Cultura, entonces, tras chequear toda la ciudad en busca de las obras del grafitero, pidió al Ayuntamiento de Málaga que retirada los 15 mosaicos colocados en el centro histórico de la ciudad, que está protegido en su totalidad. Ocho meses después, eso no ha ocurrido todavía y las obras del artista siguen en su sitio. El área municipal de Urbanismo lleva meses alegando que no tiene competencia para actuar sobre un edificio protegido y que está buscando una fórmula para quitar las obras.
Nada más saltar la polémica, Fernando Francés, el director del CAC Málaga, defendió las intervenciones de Invader, con el que reconoció que tenía contacto porque quería que expusiera en el CAC Málaga. Hizo las siguientes declaraciones a Televisión Española: “Yo pediría que se estudiase bien este asunto y que fuéramos conscientes de que se puede destruir una pieza de muchísima importancia. A lo mejor, de más importancia que el propio BIC”.
Babelia
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