_
_
_
_
Crítica | Gringo
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cinismo pasado de fecha

Es una lección magistral sobre las inconveniencias de recurrir a un modelo de historia, tan gastado por el uso y el abuso, que llega veinte años tarde

David Oyelowo, Charlize Theron y Joel Edgerton, en 'Gringo'.
David Oyelowo, Charlize Theron y Joel Edgerton, en 'Gringo'.

GRINGO: SE BUSCA VIVO O MUERTO

Dirección: Nash Edgerton.

Intérpretes: Joel Edgerton, Charlize Theron, David Oyelowo, Amanda Seyfried.

Género: comedia. Australia, 2018.

Duración: 111 minutos.

Especialista de acción, actor, cortometrajista y director de vídeos musicales para Bob Dylan, Nash Edgerton, hermano del también actor, guionista y director Joel Edgerton, imparte en Gringo: se busca vivo o muerto, su segundo largometraje, una lección magistral sobre las inconveniencias de recurrir a un modelo de historia, tan gastado por el uso y el abuso, que la presencia de esta película en la cartelera sólo puede compararse, si es que puede compararse a algo, a la sorpresa de encontrar una fecha de caducidad de hace diez (o veinte) años en un producto recién adquirido en el supermercado de la esquina. Su trabajo también invita a preguntarse si habría que pedir responsabilidades a algunos cineastas de referencia –en este caso, Tarantino y los hermanos Coen-, cuando el rastro de su influencia en el cine contemporáneo empieza a adquirir la forma de un montón de metralla no solo redundante, sino especialmente caracterizada por malinterpretar la esencia de sus fuentes de inspiración.

El lanzamiento al mercado farmacéutico de un medicamento basado en las virtudes de la marihuana da pie a una comedia negra sostenida sobre los cruces del azar, donde el íntegro empleado de una corporación se verá abocado a un juego de supervivencia entre neoliberales irredimibles, mercenarios sin moral, torpes buscavidas y capos de la droga aficionados a la última etapa de los Beatles. El mayor (por un año) de los Edgerton maneja su película como si creyera que el slapstick cruel, el sarcasmo sin fundamento y el cinismo como complemento supuestamente cool fueran, todavía, valores al alza. Si, pongamos por caso, esta película se hubiese estrenado el mismo año en que se rodó Love & a .45 (1994) de C. M. Talkington, una de las primeras subtarantinadas, ¿hubiese parecido mejor de lo que parece hoy? Quizá hubiese caído más simpática.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_