El presidente de Ifema amenazó con dimitir si era obligado a rectificar en Arco
Clemente González logró los apoyos de la Comunidad de Madrid y de la Cámara de Comercio para mantener su petición de retirar la obra de Sierra
El empresario Clemente González Soler, presidente del comité ejecutivo de Ifema, fue advertido de que su decisión de pedir la retirada en Arco de la obra Presos políticos en la España contemporánea, de Santiago Sierra, se interpretaría como un acto de censura en el mundo del arte y tendría una gran repercusión mediática. Fue en la reunión de la comisión ejecutiva que mantuvieron el miércoles por vía telefónica los cuatro representantes institucionales del comité rector del recinto ferial madrileño para atajar la crisis. Al plantearse entonces la conveniencia de la rectificación, González Soler se mantuvo firme y amenazó con dimitir, según fuentes conocedoras de la negociación.
El resultado de la reunión fue, finalmente, tres votos a favor de la decisión de González: el de los representantes de la Cámara de Comercio, Juan López-Belmonte, del Gobierno de la Comunidad de Madrid, la consejera de Hacienda, Engracia Hidalgo y el del propio presidente. Quedó así rechazada la propuesta de Luis Cueto y José Girao, representantes del Ayuntamiento de Madrid y de la Fundación Montemadrid, respectivamente. Ambos se manifestaron en contra de la censura. “La Cámara de comercio y la Comunidad de Madrid no lo vieron así y dieron su voto al presidente del comité ejecutivo”, señaló ayer Cueto. Clemente González declinó ayer hablar con este periódico.
La reunión se pidió el miércoles, cuando acababa de trascender que la galerista Helga de Alvear había aceptado descolgar el panel de 24 fotografías pixeladas en la que aparecen varios independentistas como el exvicepresidente de la Generalitat catalana, Oriol Junqueras, entre otros.
“Pedimos que se reuniera la comisión porque creíamos que González Soler se había extralimitado en sus funciones y queríamos una rectificación”, reiteró ayer en TVE Luis Cueto, coordinador de la alcaldía del Ayuntamiento Madrid, que representa un 31% del accionariado de Ifema, el mismo porcentaje que tienen la Cámara de Comercio de Madrid y la Comunidad de Madrid. “Desde el primer momento estuve en contra de la decisión y solicité que se rectificara”, manifestó José Girao, representante de la Fundación Montemadrid, que completa el accionariado con un 7%.
Esa reacción fue definitiva para inclinar el voto de los representantes de la Cámara, Juan López-Belmonte, y del Gobierno de la Comunidad de Madrid, la consejera de Hacienda, Engracia Hidalgo, y rechazar la propuesta de Cueto y Girao. “La Cámara de comercio y la Comunidad de Madrid no lo vieron así y dieron su voto al presidente del comité ejecutivo”, señaló ayer Cueto. Clemente González declinó ayer hablar con este periódico.
Al día siguiente, cuando la polémica había saltado a medios de comunicación de ámbito internacional, el órgano rector de Ifema emitió un comunicado en el que pedía “disculpas ante la controversia”, aseguraba que no se había perseguido la censura ni se había actuado de “mala fe”, si bien no pedía la reposición de la obra.
Cuero defendió ayer la ausencia de la alcaldesa, Manuel Carmena, de Ahora Madrid, en la inauguración oficial de Arco con presencia de los Reyes y criticó la reacción posterior de la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, o su consejero de Cultura, Turismo y Deportes, Jaime de los Santos (que se manifestó en contra de retirar la obra), defendiendo la libertad de expresión, Cueto dijo: “Me irrita que se quiera falsificar la realidad, cuando alguien dice que defiende la libertad de expresión, que lo haga desde el primer momento”.
Fuentes de la presidencia madrileña insistieron ayer en desvincularse de una decisión “tomada por parte de la dirección-presidencia de Ifema en el ejercicio de sus funciones y posteriormente consensuada con la galerista Helga de Alvear”. Indicaron que Cifuentes se enteró de la decisión de González horas después, cuando presentaba un plan de infraestructura hospitalaria en el Ramón y Cajal. Y sostuvieron que el respeto por la libertad de expresión del Gobierno madrileño se ha demostrado en “multitud de ocasiones” en la programación de Teatros del Canal, por ejemplo.
Babelia
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