Como tres gotas de agua
Se parecen tanto entre sí las ceremonias que incluso en los premios a las películas suelen coincidir
Es inevitable que las entregas de premios se conviertan en ceremonias aburridas, o al menos monótonas. Lo saben hasta los programadores de televisión, que a veces las acortan y ofrecen en diferido con recortes, habiendo eliminado previamente la entrega de los premios llamados menores, es decir, los ganados por técnicos que no son famosos ni populares. Así ha hecho la BBC en la retransmisión de los 71º Premios Bafta la pasada semana, que en España pudimos ver a través de TCM; la Academia española lo ha intentado algunas veces, entregando parte de sus Goya fuera de la ceremonia. A todos les parece larga pero no se les ocurre nada serio para aligerarla. Como mucho, tratar de hacerla divertida, aunque es peor el remedio que la enfermedad cuando en ocasiones la presunta gracia de los presentadores hace agua. No fue así el caso de Joanna Lumley, la admito que, para mí, desconocida actriz que condujo la entrega de los Bafta de forma sobria, sin chistes tontos ni bobadas, eso sí, también bastante sosonga.
Se parecen tanto entre sí estas ceremonias que incluso en los premios suelen coincidir y hasta se llaman a sí mismas antesalas de los otros premios —los Globos de Oro y los Bafta son "antesala de los Oscar" (los Goya no cuentan, son solo para el cine español, pero también tienen su "antesala" en los Forqué y los Feroz— y coinciden a menudo en los motivos de las reivindicaciones sociales, este año las protestas contra los abusos sexuales y los derechos de las mujeres a la igualdad manifestados en los discursos y en la uniformidad del color negro de los vestidos. Y aquí se despliega el abanico de otra coincidencia que de en año en año va a más: los comentarios en los medios sobre el gusto o la fortuna de cada estrella con el modelito lucido; esto suele cubrir más tiempo y espacio que las películas, ganadoras o no ganadoras.
Todo lo hemos visto ya decenas de veces pero el 4 de marzo volveremos a estar atentos a los Oscar. Debe de ser que nos va la marcha.
Babelia
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