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Gus Van Sant y sus vidas de santos

El director ilustra la biografía de John Callahan, irreverente viñetista que utilizó sus cómics como redención y liberación de su pasado de alcohólico que le ató a una silla de ruedas

Gus Van Sant fotografía a los fotógrafos en presencia de Joaquin Phoenix.
Gus Van Sant fotografía a los fotógrafos en presencia de Joaquin Phoenix.Dominique Charriau (WireImage)
Gregorio Belinchón
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Pocas carreras han caído tan en picado como la del cinasta estadounidense Gus Van Sant, autor de obras fascinantes como Drugstore Cowboy, Elephant o Mi Idaho Privado, e incluso coqueteó con lo experimental. En Berlín el director ha presentado Don’t Worry, He Won’t Get Far on Foot, un biopic devenido en hagiografía —como le pasó con Mi nombre es Harvey Milkde John Callahan, irreverente viñetista que utilizó sus cómics como redención y liberación de su pasado de alcohólico que le ató a una silla de ruedas.

A ese personaje le insufla vida Joaquin Phoenix, tanto en su pasado alcohólico, como su largo camino hacia la redención tras un accidente de tráfico. Callahan no conducía, pero porque iba tan borracho como su amigo que iba al volante y que sale ileso. Al volcarse en los dibujos, que realiza sujetando en precario equilibrio el rotulador con ambas manos, el viñetista destila por ahí su mala leche. El título de la película es también el título de su biografía, y es la frase que acompaña a una de sus viñetas. Un grupo de vaqueros mira a una silla de ruedas atrancada en las piedras de un desierto, y el líder proclama: "No os precupéis, no llegará muy lejos a pie". Callhan era tan brillante como polémico, y recibía todo tipo de cartas aborrecinedo de su estilo. Pero él nunca dio un paso atrás. En otro dibujo se ve a Cristo en la cruz y encima se pueden ver las siglas "T.G.I.F", que en inglés son las iniciales de "Gracias a Dios es viernes". Genial.

Con todo esto y con un ecléctico reparto, desde Udo Kier a las músicos Beth Ditto y Kim Gordon, pasando por Jonah Hill como mentor en sus reuniones de alcohólicos anónimos, Rooney Mara como la novia danesa y Jack Black como el borracho con el que sufre el accidente, Don’t Worry, He Won’t Get Far on Foot es sin embargo una oportunidad perdida. Callahan, el héroe local de su ciudad, Portland, falleció en 2010, cuando Robin Williams aún lideraba el proyecto de sacar adelante la película. "Fue alguien que siempre jugó con los límites", ha dicho Van Sant en la presentación ante la prensa. Él no ha estado a la altura.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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