Olga Peretyatko, la soprano que soñaba con cantar 'Carmen'
La cantante ofrece un recital con obras de Mozart, Rossini y Rachmáninov el 21 de febrero en el Palau de la Música de Valencia. El día 23 estará en Oviedo junto al barítono Thomas Hampson
Olga Peretyatko (San Petersburgo, 1980) no quería ser soprano. Vivía feliz de creerse mezzo. “Si me oyes hablar, mi voz es grave. Profunda. De joven yo formaba parte de un coro y todos pensaban que tenía ese registro”, recuerda. Una profesora de canto la sacó del engaño y de paso le dio un disgusto que le duró tres días. Adiós a esos papeles de mujeres con carácter. Adiós a Carmen. Adiós a Dalila. Le esperaban, pensaba la rusa, roles de mujeres que “se vuelven locas, mueren y fin”. Le tocó cambiar de registro y como soprano ha alcanzado el éxito. El 21 de febrero Peretyatko ofrecerá un recital en el Palau de la Música de Valencia donde interpretará obras de Mozart, Rossini o Rachmáninov. Tres días más tarde, el sábado 24, se subirá al escenario del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo junto al barítono Thomas Hampson.
“En la ópera el abuso sexual no es un problema tan generalizado”
Hollywood se tambalea por las numerosas denuncias de abusos sexuales a productores, directores y actores. El escándalo ha afectado, con menor intensidad, al mundo de la música, con casos como el del director de orquesta James Levine, que fue suspendido el pasado mes de diciembre por La Metropolitan Opera tras recibir tres denuncias de agresión. “Es un problema que afecta a muchos sectores”, afirma Peretyatko. “Los hombres con poder suelen actuar así y las mujeres tenemos que lidiar con ello. Pero tengo que decir que nunca fue mi caso. Si he visto puntos peligrosos o bromas de doble sentido siempre he cortado al estúpido en cuestión. Por mi experiencia, creo que quizás el mundo de la ópera se presta menos a esta manipulación, si piensas que no debes hacer algo lo dices y fin. Subes al escenario y cantas. Me da la sensación de que aquí no es un problema tan generalizado. Pero es necesario que las mujeres que sí lo han sufrido lo cuenten”.
“En Valencia cantaré un programa con mi música favorita. Repertorio ruso y del bel canto italiano. Además, Giulio Zappa, el pianista que me acompaña, habla español y entre los dos haremos una pequeña explicación previa a la audiencia porque algunas de las piezas no son muy conocidas”, añade. En 2015 Peretyatko protagonizó un bis junto al barítono Leo Nucci en el Rigoletto del Teatro Real de Madrid y acaba de triunfar, el pasado mes de enero, con el tenor Juan Diego Flórez en la producción Los cuentos de Hoffmann de la Ópera de Monte-Carlo. Dice que a Rossini le debe su carrera, el director de orquesta Alberto Zedda le dio la oportunidad de debutar en el Festival de Ópera Rossini de Pésaro junto a los tenores Chris Merritt, Gregory Kunde y Flórez. Está considerada una de las grandes sopranos belcantistas del momento y empieza ahora a explorar nuevos roles. “Mi voz está cambiando, se está haciendo más grande y pesada. Es maravilloso cómo se está desarrollando”, cuenta. Gilda, de Rigoletto, no ha sido el único papel de Verdi con el que se ha atrevido en los últimos años. También se ha metido en la piel de Violetta en La Traviata, un personaje que estuvo rechazando durante ocho años porque no se sentía preparada para interpretarlo. Hasta que murió su madre y comprendió lo que era el verdadero dolor.
Peretyatko pone carácter en cada una de las mujeres a las que da vida. “Intento no ser solo una víctima. Violetta es muy valiente. Incluso en roles como Gilda siempre intento añadir rasgos de bravura porque ella dio su vida por su amor, por su padre. Para hacer eso tienes que ser realmente fuerte. Así que intento no ser solo una buena chica sin culpa ninguna. Este tipo de personajes tienen muchas más capas. Y así, con este contraste, es más interesante para la audiencia”, asegura.
Con el tiempo, la soprano rusa ha descubierto mujeres fuertes en roles de soprano. "Adina, de Rossini, por ejemplo es muy independiente". Pero Peretyatko se queda con la frase de Matilde Di Shabran, también de Rossini: Femmine, siamo nate per vincere, e regnar (las mujeres nacemos para vencer y reinar). "Ese es mi lema", sentencia.
Babelia
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