_
_
_
_
crítica | MOST BEAUTIFUL ISLAND
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La ciudad araña

Convoca una pesadilla que no necesita recurrir a ningún golpe bajo para ramificar su considerable poder de perturbación

Tanto en La línea del cielo (1983) de Fernando Colomo como en La vida inesperada (2013) de Jorge Torregrossa, el espejismo del sueño americano, en su modulación neoyorquina, era desarticulado por la mirada de unos protagonistas, españoles atraídos por el brillo de la metrópolis, que acababan topándose con el desencanto de la precariedad y la supervivencia en los intersticios de ese supuesto Edén. Las claves, en ambos casos, eran las de una eficaz comedia costumbrista, sostenida en el carisma de sus actores y en la lúcida observación de las pequeñas diferencias entre el forastero y el integrado (o supuestamente integrado). En Most Beautiful Island, la actriz Ana Asensio debuta en la dirección contando algo parecido –una destilación de sus propias experiencias como inmigrante a la deriva en un Manhattan que no es el que idealizó Allen-, pero renunciando por completo a esas claves genéricas para tantear otras, con considerable fortuna.

MOST BEAUTIFUL ISLAND

Dirección: Ana Asensio.

Intérpretes: Ana Asensio, Natasha Romanova, David Little, Nicholas Tucci.

Género: drama.

Estados Unidos, 2017

Duración: 80 minutos.

Su película pasa del preciso y nada discursivo retrato de personaje –construido a través de conversaciones, encuentros y erráticos trayectos por las calles de la ciudad impasible- a un descenso literal al subsuelo, que se modula en forma de película de terror. Un espacio desnudo, una tensa espera y unos cuerpos en tensión le bastan a Asensio, también entregada en cuerpo y alma como actriz, para convocar una pesadilla que no necesita recurrir a ningún golpe bajo para ramificar su considerable poder de perturbación.

Acompaña a este notable debut la proyección del corto The Fourth Kingdom de Adán Aliaga y Alex Lora, nominado al Goya al mejor cortometraje documental, que parece complementar en otro registro el discurso de Asensio: diversas voces y experiencias son convocadas en torno al centro Sure We Can, cofundado por una monja española. Una comunidad de afectos, redenciones y solidaridades bajo el brillo de los rascacielos.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_