El nuevo primer ministro belga, el nacionalista flamenco Bart de Wever, ensancha la familia ultra en la UE

La familia ultra crece más y más en Europa. El líder nacionalista flamenco Bart De Wever ha asumido este lunes como nuevo primer ministro de Bélgica y ha inaugurado su mandato acudiendo al encuentro informal de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea sobre defensa que se celebra esta misma jornada en Bruselas. Una mesa en la que el flamante jefe de Gobierno se sentará a partir de ahora junto con dos de sus aliados del grupo político ultraconservador Conservadores y Reformistas (ECR): la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y su homólogo checo, Piotr Fiala.

“Con Bélgica, Italia y la República Checa, los partidos del grupo ECR contarán con primeros ministros liderando gobiernos en tres países de la UE”, celebraba el nuevo mapa político europeo la formación a la que también pertenecen grupos ultraconservadores como el polaco Ley y Justicia (PiS) o el francés de extrema derecha Reconquista, cuya eurodiputada Marion Maréchal, sobrina de la líder ultra francesa Marine Le Pen, también ha saludado en las redes sociales el “refuerzo de la voz de ECR en Europa”.

La cita informal de los Veintisiete este lunes es el reflejo de una Europa cada vez más virada a la derecha. Además de Meloni, Fiala y ahora De Wever, se sientan en el Consejo Europeo el nacionalpopulista húngaro Viktor Orbán, veterano de la mesa de líderes europeos y fundador con Le Pen del partido ultra Patriotas por Europa (PfE), actualmente presidido por Santiago Abascal, de Vox, y el cada vez más populista Robert Fico, de Eslovaquia. Una mesa a la que pronto podría integrarse además el ultraderechista austriaco Herbert Kickl, cuyo partido, el FPÖ, también integra Patriotas. Al círculo de líderes de la UE, aunque ausente este lunes en Bruselas, pertenece también el primer ministro holandés, Dick Schoof, que encabeza un Gobierno de coalición en el que la formación más grande es el PPV del líder ultra Geert Wilders.

En sus primeras declaraciones como primer ministro, De Wever, quien con su victoria en las elecciones belgas de junio frenó, eso sí, el avance del partido flamenco más a la extrema derecha, el Vlaams Belang, ha querido lanzar un mensaje conciliador: “A nivel europeo, creo que todo el mundo debe cooperar más allá de las fronteras políticas y partidistas”, ha declarado. “Estoy verdaderamente abierto a cooperar con todo el mundo y, ciertamente, con los grandes países vecinos, que son nuestros amigos y aliados”, ha agregado.

Aunque a la par ha dejado claro que su nuevo gobierno, pese a ser una coalición mayoritariamente conservadora aunque hay también una formación socialdemócrata, está dispuesto a tener más mano dura en cuestiones como la inmigración, uno de los asuntos en los que la UE está dando un claro giro a la derecha: “Vamos a evolucionar a una política más estricta en migración dentro del marco legal europeo. La población ha demandado que cambiemos a políticas más estrictas y lo vamos a hacer”, ha subrayado.

De Wever, líder del partido independentista flamenco N-VA, anunció la noche del viernes al rey Felipe de Bélgica que, tras más de siete meses de negociaciones, había logrado un acuerdo de coalición para formar un nuevo Gobierno en sustitución del hasta ahora liderado por el liberal Alexander De Croo, invitado original de la cita europea de defensa que ha tenido ahora que ceder su puesto a su sucesor.

El nuevo Gobierno belga, llamado Arizona por los colores de los partidos que lo forman, que recuerdan a los de la bandera de ese Estado estadounidense, está formado, además de por la N-VA, que en el Parlamento Federal cuenta con 24 de los 150 escaños totales, por otros dos partidos flamencos, los centristas Cristiano-Demócratas (CD&V, 11 escaños) y los socialistas Vooruit (13). Completan la alianza otros dos partidos francófonos: los también centristas Les Engagés (14) y el partido de centro-derecha Movimiento Reformista (MR), segunda formación más fuerte de la coalición, con 20 puestos en el Parlamento Federal belga. Frente a la formación original del equipo de De Croo, que fue paritaria, el nuevo gabinete está formado por 15 ministros, de los que solo cuatro son mujeres.