‘Runaways’, jóvenes con poderes con los que escapar cada semana
Las mejores obras de cómic no son las que adaptan aventuras concretas y medidas, sino las que respetan el carisma de los protagonistas
Cuando las series o el cine adaptan una de nuestras novelas favoritas o el cómic que nos acompaña desde la infancia, si hay algo que los seguidores reclamamos obsesivamente es la fidelidad. No entendemos que no hay nada más aburrido que ver lo mismo con otra carcasa, que seguir al pie de la letra la obra original no es un bien por sí mismo.
El problema es que fidelidad no significa copiar, como 300 o Sin City. Este concepto abstracto no debe traducirse en repetir plano a plano la fuente original, sino en adaptarlo a las particularidades del nuevo medio respetando su alma. Eso es algo que el lector de cómics de superhéroes sabe bien. Las mejores obras sobre tebeos no son las que trasladan aventuras concretas y medidas, sino las que respetan el carisma de los protagonistas para conducir la trama según las necesidades de los nuevos creadores. Por eso The Leftovers y Juego de tronos respiraron al quedar sin páginas que reflejar. Eso es precisamente en lo que atina Runaways, la nueva serie adolescente de Marvel apta para amantes del cómic, para quienes no lo conocían y también para aquellos herejes que a estas alturas no saben todavía lo que es Marvel.
Runaways, que emite HBO España, era una ganadora desde que Brian K. Vaughan y Adrian Alphona firmaron su primer número en 2003. Una especie de John Hughes sobrenatural autocontenido y sorprendente que contaba con personajes diversos y frescos, diálogos inteligentes salpicados de referencias y una propuesta tan sencilla como original: un ecléctico grupo de adolescentes se escapa al descubrir que sus padres forman una sociedad de villanos que controla Los Ángeles. En este camino del héroe no solo se convierten en sus peores enemigos, sino que se descubren a ellos mismos, con sus habilidades especiales. Hay robótica, magia, mutantes, alienígenas y dinosaurios. ¿Qué más podemos pedir?
Su adaptación expande el universo de los adultos (mucho menos interesantes) y modifica el ritmo de las tramas, pero mantiene lo relevante: personajes cautivadores con quienes pasar 40 minutos semanales. Al acertar en su reparto, ni siquiera su vena exagerada y mamarracha molesta demasiado. Sin esa calidez humana a nadie le interesaría ver series de adolescentes o de superhéroes. El resto, ya vendrá.
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