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Columna
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De puertas adentro

En aquellos años convulsos el cine español ya estaba acomplejado y buscaba abrigo en otros países, bien imitándoles o incluso falseando su propia identidad

Estrellita Castro se tomaba a risa a sí misma cantando de forma grotesca Mi jaca, una de las canciones que la hizo famosa en la película Mariquilla Terremoto , que se rodó en plena guerra española en la Alemania nazi. Eran años en que las coproducciones cinematográficas se fomentaban más por afinidades ideológicas que mercantiles y el Berlín del Tercer Reich era un buen plató como ya mostró Fernando Trueba en La niña de tus ojos, que no se refería a esta película de Estrellita Castro sino a otra de Imperio Argentina. Eran producciones que se rodaban en castellano, alemán o en el italiano de Mussollini, es decir, adaptándose a las reglas de quienes entonces eran los poderosos. En aquellos años convulsos el cine español ya estaba acomplejado y buscaba abrigo en otros países, bien imitándoles o incluso falseando su propia identidad . Mariquilla Terremoto no fue ni lo uno ni lo otro pero inugurará el próximo lunes la semana del programa de la 2 Historia de nuestro cine, que se dedicará a las coproducciones con Europa. A lo largo de los años estos convenios fueron en aumento, creciendo en ambiciones y en calidad -las películas de Antonio Isasi, Las Vegas 500 millones, por ejemplo- hasta llegar al estatus actual en que las negociaciones se hacen de igual a igual como en el caso de las coproducciones internacionales actuales de Almodóvar.

La evolución de las coproducciones cinematogáficas ha ido en paralelo a la del propio país y, y algo de eso puede apreciarse en la exposición homenaje a Basilio Martin Patino que actualmente puede visitarse en el madrileño centro cultural Fernán Gómez y en la que, se vilumbra a Estrellita Csstro en la cita que no sin humor le hizo Patino en Canciones para después de un guerra.

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