Leiva: “En los Grammy están confundidos con lo que se hace en España”

Poco después de pisar la alfombra de un casino de Las Vegas, Leiva cuenta que le hicieron rápidamente un resumen de lo que ahí iba a ocurrir. En un concierto previo a la ceremonia de los Grammy Latinos de este jueves, el músico español se sintió extraño. No conocía a casi ninguno de los cantantes del cartel— pese a que son de los más escuchados en el mundo— y, en cuando comenzó el beat del reguetón, comprendió qué género era el rey absoluto de la música en su idioma. "El mercado está tan copado por el reguetón que tengo la sensación de que habrá gente que quiera respirar un poco fuera de eso", comenta a este diario.

José Miguel Conejo Torres (Madrid, 1980) ha llegado a Las Vegas porque está nominado a dos Grammy, uno por un videoclip de su último disco, Sincericidio, y otro porla producción del álbum de Joaquín Sabina, Lo niego todo. Aunque explica que le hace más ilusión el segundo y casi no le ha prestado atención al primero: "No entiendo muy bien por qué me nominan a mí a eso, cuando debería ser al director del clip", precisa.

Leiva advierte una desconexión entre España y lo latino. "Cuando veo las nominaciones que se hacen desde los Gammy, casi siempre quieren decir que no están nada puestos en lo que se hace en España. Son siempre nominaciones medio raras, en categorías que no son. Entonces tengo la sensación de que están un poco perdidos con nuestro país y por eso está bien que vengamos músicos españoles y que la gente empiece a ver que en España hay una escena importante y que hay cosas más allá del reguetón", afirma convencido.

Sobre la confusión en las categorías de las nominaciones pone como ejemplo su propio caso: "Nos hace mucha gracia que el disco de Joaquín Sabina esté nominado a mejor disco de rock, él se muere de risa, cuando se enteró me dijo: '¡En mi vida me hubiera imaginado que me iban a nominar en los Grammy a mejor disco de rock!'".

Leiva reconoce sentirse desconectado con la tendencia reguetonera actual de los premios, aunque matiza que "como movimiento es auténtico". "Todo lo trap tiene una raíz muy de verdad, pero me cuesta, no conecto, no me terminan de emocionar. Pero creo que hay gente que está haciendo las cosas muy bien en ese ámbito y también hay mucha gente que se apunta al carro y hacen cosas muy malas", comenta. Y añade: "Lo que me parece hacer trampa es acercarte a ese estilo porque ahí es donde se meten los premios".

Porque, según cuenta, él los premios no se los toma en serio, nunca. "Me gusta venir, encontrarme con amigos, que se nominen nuestros trabajos, y poco más". Y remata: "Hay que disfrutarlo. He venido a eso. A bajar en chanclas y sombrero al casino y pedir un gin tonic".