La indiferencia moderna de ‘Un monstruo de mil cabezas’

Pocas veces la rebeldía y exasperación han sido representadas con tanta fidelidad en el cine como lo hace el director uruguayo Rodrigo Plá en Un monstruo de mil cabezas (2015). Cinta que toma por sorpresa al espectador para llevarlo por la angustiante travesía de Sonia Bonet, una mujer que enfrenta con pistola en mano a la hidra de innumerables caras que representa la indiferencia y corrupción en la sociedad actual regida por intereses de grandes corporaciones.

Película que tuvo su premier mundial en el Festival de Cine de Venecia y nació de la mancuerna creativa entre Rodrigo Plá y la guionista Laura Santullo, quien a su vez escribió la novela homónima en que se basa este filme. Juntos logran una combativa radiografía de las luchas de clases en un thriller con toques de humor negro, donde los personajes hacen cuestionarnos sobre los dilemas morales y éticos que rigen al mundo contemporáneo.

Tópicos que también abordan directores como el realizador José Luis Valle en Workers (2013), Kleber Mendonça en Aquarius (2016),y el director chileno Pablo Larraín enNo (2012), cuyos títulos citados están disponibles en la plataforma de cine en línea solo para México.

Un monstruo de mil cabezas se nutre de las entrañables actuaciones de Jana Raluy, acreedora del premio a Mejor actriz en el Festival de La Habana y Varsovia; el joven actor, Sebastián Aguirre Boëda (Güeros, 2014); el cuatro veces ganador del premio Ariel, Daniel Giménez Cacho; y la actriz y directora mexicana Ursula Pruneda, entre otros.

Muestra de una estructura de guión sorprendente y compleja que se suma al prodigioso dispositivo formal sobre el que se sustenta el realizador, donde destacan los constantes juegos de desenfoque, delicados movimientos y cuidadosos encuadres para darle el toque intimista que requiere el relato.

Un monstruo de mil cabezas ya puede ser visto en línea a través de FilminLatino, al igual que Desierto adentro, anterior trabajo de Rodrigo Plá.