Modelos y objetivos del mujer
Comedia generacional con variados guiños musicales y cinematográficos, siempre parece, a pesar de todo, mejor escrita que dirigida
JUERGA DE MAMIS
Dirección: Alethea Jones.
Intérpretes: Katie Aselton, Toni Collette, Molly Shannon, Bridget Everett.
Género: comedia. EE UU, 2017.
Duración: 81 minutos.
Ya era hora, dirán muchos. Una película dirigida por una mujer, Alethea Jones, escrita por otra, Julie Rudd, y protagonizada por otras cuatro, acerca de lo que le ocurre, por dentro y por fuera, en sus anhelos y en sus tormentos, en su cotidianidad y en su intimidad, a la mujer contemporánea en torno a los 40. Y, sin embargo, es probable que haya tantas féminas que se sientan identificadas con Juerga de mamis como las que se sientan agredidas. Al igual que no hay un modelo de mujer homogéneo (ni de hombre), parece evidente que tampoco hay una mirada femenina común en lo cinematográfico.
Juerga de mamis se sostiene sobre todo en su presentación de personajes: reconocibles en su diversidad (de opinión, de estatus, de costumbres). Cuatro madres que se conocen de llevar a sus hijos al colegio, dos de ellas íntimas desde la Universidad, que planean una cena solo para chicas mientras los maridos se quedan en casa con los niños. Sin embargo, pasado el natural desencuentro inicial entre personas distantes (¿mujeres, hombres, qué más da en ese aspecto?), quizá lo más salvable de la película, el relato de Julie Rudd se alimenta de una serie de encontronazos sociales en los que domina un tradicionalismo con el que ciertos espectadores se sentirán en su salsa y otros querrán salir por piernas. ¿De qué sirven un par de chistes sobre mamadas y "hacerlo por detrás", que ya no asustan a nadie, si media hora más tarde las mujeres se convierten en una especie de liga antiadulterio, guardianas de la moral de la mujer y de la familia perfecta americana?
Comedia generacional con variados guiños musicales y cinematográficos (16 velas, Cocktail...), Juerga de mamis siempre parece, a pesar de todo, mejor escrita que dirigida, sin ritmo ni garra por parte de Alethea Jones. Y puede que lo más sorprendente sea que la mejor conversación del guion sea entre dos de los maridos: esa mayúscula teoría sobre la "necesidad de bajar el listón" en los años en los que los críos aún son pequeños, que se puede compartir o no, pero que desde luego es interesante y está expuesta con gracia en una línea de guion: todo consiste en seguir gustándose un poco, ser felices tres o cuatro meses al año (no consecutivos) y mantener vivos a los niños.
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