El terrible pasado de Karra Elejalde

Finaliza la Guerra Civil. Rogelio, miembro de la Falange, cruza su mirada con un niño: acaba de asesinar a sangre fría a su padre y a su hermano en Getxo, y Rogelio cree desde entonces que un día ese chaval se vengará. Así que abandona a sus camaradas y se dedica a cuidar la higuera que el crío ha plantado cavando con sus propias manos en la doble tumba.

El escritor Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923 - 2014) supo contar como pocos la historia reciente del País Vasco. Ahí quedan para la literatura española su monumental trilogía Verdes valles, colinas rojas o una veintena de libros con los que ganó el Premio Nadal, el Nacional de Narrativa o el de la Crítica. En La higuera mezcló el dolor de la muerte y el miedo a la venganza con cierto humor que se muestra en la adaptación al cine de la obra, La higuera de los bastardos. Porque Rogelio (interpretado por Karra Elejalde), devenido en ermitaño guardián del lugar, asiste a la reconversión de la tumba en centro de peregrinaciones, mientras Ermo (encarnado por Carlos Areces) el codicioso chivato que denunció a la familia, no se separa de Rogelio, convencido de que bajo la higuera se esconde un tesoro.

La directora Ana Murugarren afirma, en las notas de producción: "Cuando leí la novela de Pinilla me vinieron dos imágenes a la cabeza. El Simón del desierto de Buñuel subido en su columna y el tío loco subido al árbol en el Amarcord de Fellini. Me sorprendió encontrar, en medio de la negrura, un sentido del humor a lo Azcona que no esperaba, y que fue ganando peso al escribir el guión. Y algo que sin duda me ha marcado al dirigir la película ha sido contar el relato desde el punto de vista de los vencedores, de sus correrías, y de la preocupación que crece en ellos por ocultar el pasado según van pasando los años".

Antes de su estreno en España, La higuera de los bastardos se proyecta el próximo 13 de septiembre en el prestigioso festival holandés Film by the Sea. Y aquí tenemos en primicia su tráiler.