Feminismo antes de irse a la cama
'Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes’ convierte en fábulas las historias de 100 mujeres reales
Aung tiene 72 años y un Nobel de la Paz. Coy apenas ha cumplido 10, así que no le ha dado tiempo a ganar algún reconocimiento prestigioso. Seguramente no le importe, porque su vestido rosa y sus nuevas zapatillas del mismo color le hacen feliz. Una es birmana, la otra estadounidense. No se conocen, probablemente nunca lo hagan. Pero cientos de miles de lectoras saben de ambas. En realidad, Aung San Suu Kyi es incluso más famosa: es lo que tiene liderar la lucha contra la dictadura de Myanmar y hoy tratar de acompañar al país hacia la democracia. Aunque Coy Mathis, a su manera, también hizo historia. Y ganó otra batalla clave: nació niño y sin embargo se sentía niña. En la escuela, le obligaron a usar el baño de los chicos, pero ella y sus padres se opusieron. Y una jueza les dio la razón: podía ir a los aseos donde estuviera más cómoda. De ahí que la familia Mathis organizara una gran fiesta para celebrarlo y Coy pudiera lucir sus prendas flamantes.
Ambos relatos, de momento, acaban en un final feliz. Como en las fábulas. Al fin y al cabo, justamente eso son los 100 Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes con los que Elena Favilli y Francesca Cavallo han arrasado por el mundo y que Planeta edita ahora en España. Están escritos a la manera de las antiguas historias, como lo harían los hermanos Grimm o Andersen: con “había una vez” y grandes aventuras. Pero nunca aparecen duendes, orcos o elfos. He aquí la diferencia clave: todo lo que narran es real. Como Aung San Suu Kyi. Como Coy Mathis. Y como las otras 98 mujeres de épocas y rincones distintos del planeta que las autoras han seleccionado como ejemplos de que el lado femenino de la historia también ofrece heroínas y luchadoras, por más que sociedad y manuales a menudo lo olviden. Cien coloridas ilustraciones, realizadas por decenas de artistas, muestran justo al lado del cuento a su protagonista.
“El camino de las mujeres siempre ha existido, aunque haya sido dejado a un lado. Queremos invitar a los niños a celebrarlo y también a que animen a todas las mujeres de sus vidas: sus madres, sus hermanas, sus amigas”, explica Cavallo. Y a sí mismos, tanto que las últimas páginas del libro piden al lector que narre su propia vida y se dibuje. La autora aprovecha además para aclarar que el título no pretende excluir a nadie. “Nos preguntan cuándo haremos un libro para niños y la respuesta es que ya está, y es este”, asevera Cavallo. El género del público es lo de menos: cualquier pequeño, en la intención de las escritoras, puede aprender y quedarse hechizado con los ejemplos que han seleccionado.
“Aplicamos tres criterios principales: que hubiera un abanico de protagonistas lo más amplio posible, de política a trompetista, de boxeadora a reina; buscamos mujeres del mayor número de países; y queríamos que su historia personal tuviera elementos que encendieran la fantasía de los niños”, describe Cavallo por teléfono. De ahí que en una página luzcan las hazañas de la emperatriz japonesa Jingu en el siglo II y en la siguiente se lea de las gestas musicales de la roquera Joan Jett hoy en día. Hay espacio para la pirata Jacquotte Delahaye, la faraona Hatshepsut o la exprimera dama de EE UU Michelle Obama.
Cómo enamorar dos veces a Internet
Francesca Cavallo responde al teléfono desde algún rincón de la Toscana. Allí se encuentra preparando el segundo volumen de Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, que ella y Elena Favilli esperan terminar este septiembre. Habrá otras 100 fábulas reales de mujeres, esta vez propuestas por la comunidad de lectores.
El libro saldrá a la venta en noviembre en EE UU y tendrá que medirse con el éxito del original. De momento, eso sí, ya le ha derrotado en algo: el primer tomo estableció el récord de la obra editorial más financiada en Kickstarter, una web que aloja campañas de micromecenazgo. Hasta ahora: el volumen 2 ha recibido 723.000 euros en un solo mes, la nueva marca histórica.
Entre tantos modelos, figuran también personajes más controvertidos. ¿Margaret Thatcher es una buena referencia para los pequeños? “Las sombras forman parte de la condición humana. En Italia solo el 3% de las calles lleva nombre de alguna mujer, y en el 97% de los casos es una santa. Se nos exige ser perfectas para ser recordadas. No queríamos presentar modelos obligados, sino mostrar que las maneras de ser niña rebelde son infinitos”, responde Cavallo. Ellas mismas, en el fondo, se levantaron contra la discriminación que vieron en Silicon Valley o Los Ángeles, donde trabajan desde hace años.
“Siempre nos han apasionado buscar productos divertidos e inspiradores tanto para los niños como para sus padres. Descubrimos un estudio que mostraba que solo el 18% de las obras infantiles, como libros y dibujos animados, contaba con personajes femeninos. Y nos preguntamos qué vehículo distinto podíamos proponer”, agrega Cavallo. A la caza de ideas, primero surgió el título. Y Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes nació como una historia semanal que enviaban a una lista de contactos on line. El entusiasmo lector y el éxito arrollador de una campaña de micromecenazgo las convencieron para el gran salto hasta el libro. Y ahora están cerca de superar el millón de copias vendidas, a casi un año del debut.
Cientos de cartas de padres, además, les han agradecido “el libro más importante” que hayan comprado a sus hijos. Y hasta un exdrogadicto les contactó para contarles que en los cuentos halló esperanza e inspiración para escribir a su vez. “Nos acercamos a los niños con enorme respeto, sin buscar provocar, pero sí generar la chispa de conversaciones distintas. No nos da miedo afrontar temas como la guerra y la inmigración, para inspirarlos y dejarlos más fuertes. Para nosotras, son los ciudadanos del presente”. Y los ejemplos del futuro.
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Autor: Elena Favilli y Francesca Cavallo. Traducción de Helena Aguilà.
Editorial: Destino (2017).
Formato: versión Kindle y tapa dura (224 páginas).
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