Arrestados por presuntas lesiones tres agentes de seguridad del Arenal Sound
Las detenciones se produjeron tras una denuncia de empleados de la limpieza del festival, que fueron retenidos por los vigilantes por presunto robo
La Policía Judicial de la Guardia Civil ha detenido a tres agentes de seguridad de una de las cuatro empresas contratadas por el festival Arenal Sound de Burriana, en Castellón, para la vigilancia en el interior del recinto por un presunto delito de lesiones, robo con violencia y detención ilegal. Hay un cuarto investigado y la Guardia Civil no descarta más detenciones en las próximas horas.
Los arrestados pasaron este martes a disposición judicial y luego fueron puestos en libertad, con la obligación de personarse los días 1 y 15 de cada mes ante las autoridades hasta que se esclarezcan los hechos.
Los hechos fueron denunciados ante el juzgado de Vila-real ocurrieron el último fin de semana de celebración de la cita musical, que ha congregado a 300.000 personas en su octava edición en la localidad castellonense. Los denunciantes, según los promotores del festival, son personal contratado desde el Arenal Sound para labores de limpieza y de apoyo en las zonas de acampada. La organización del certamen musical llama a la prudencia. “Tenemos conocimiento de las denuncias y habrá que esperar a esclarecer los hechos. Se condena cualquier tipo de violencia pero habrá que esperar”, inciden.
Los denunciantes, por su parte, asegura que los agentes de seguridad –que trabajan para Seycu Seguridad- “les pegaron” por “robar una cajetilla de tabaco”. La organización tiene una versión diferente de los vigilantes. Al parecer, los empleados de seguridad retuvieron a los trabajadores de la limpieza porque robar, presuntamente, una gran cantidad de dinero y muchos móviles. "Les retuvieron hasta que llegó la Guardia Civil y en ese tiempo se produjo un forcejeo entre ambas partes, pero la empresa de seguridad niega la agresión”, dicen los promotores.
El Arenal Sound cerró sus puertas el pasado domingo con un balance de 300.000 personas, en su mayoría público nacional y joven, en sus seis días de celebración y un impacto económico superior a los 40 millones de euros.
El certamen tuvo un controvertido arranque en la madrugada del pasado jueves cuando, tras la actuación de la youtuber reconvertida en dj Dulceida, la organización suspendió los tres de los conciertos posteriores del Beach Club, un escenario acotado situado a pie de playa. Alegó “razones técnicas”, aunque la Generalitat Valenciana abrió una investigación por un posible exceso de aforo en este espacio. No obstante, la organización reforzó la seguridad en el interior del recinto de conciertos a partir de ese día.
El director del festival, David Sánchez, reconoció al cierre del evento que la decisión de parar la música se debió a la masificación registrada aunque negó un exceso de aforo en el recinto e incidió en que éste se controla electrónicamente. Eso sí, dijo que a partir del próximo año se replanteará el formato de las fiestas de bienvenida previas a la programación oficial por el efecto llamada que generan algunos artistas y que impide que el púbico quepa en los escenarios secundarios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.