La Bienal de Flamenco de Sevilla ajusta cuentas

Las cuentas de la Bienal de Flamenco de Sevilla aún generan tensión en el Ayuntamiento y en algunos sectores de este arte, especialmente entre aquellos que todavía están pendiente del cobro de servicios. El certamen del pasado año se cerró con unos gastos de 1.564.053 euros con 83 céntimos, según el ajuste de la previsión presentada a preguntas del grupo Participa Sevilla en marzo. Los ingresos fueron de 903.521 euros, por lo que la financiación aportada por el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), dependiente del gobierno de la ciudad, se eleva a 660.532 euros. El ingreso neto por taquilla fue de 702.121 euros con 83 céntimos frente a los 864.287 euros de la edición de 2014.

Participa Sevilla, a instancias de quejas y críticas de un sector del flamenco andaluz y de acreedores municipales, ha asumido las discrepancias con la gestión de la Bienal y abanderado la reclamación de estos sectores para que la dirección no sea elegida por el gobierno municipal de forma directa sino mediante una convocatoria pública de proyectos que sean evaluados de manera objetiva y que no esté a expensas de los cambios políticos en el Ayuntamiento. Las discrepancias de las cifras expuestas en la primera memoria con los datos definitivos, que se presentan este viernes, han servido de argumentos al grupo crítico, que alertó de que las cuentas podrían estar alteradas.

Por el contrario, el equipo de gobierno local (del PSOE, gracias al apoyo de IU y de Participa) defiende que las cuentas que se presentaron en marzo en respuesta a una pregunta en el pleno respondían a la previsión que había en ese momento y al formulario de presupuesto previsto por el Inaem. Dos meses después, las cuentas se han ajustado y arrojan resultados cercanos a la previsión inicial. Este viernes serán comunicadas al grupo de Participa Sevilla.

Las cuentas de la Bienal

El Ayuntamiento defiende que la Bienal, con gastos de 1,5 millones de euros (por debajo del presupuesto previsto), es austera y que el beneficio obtenido en promoción cultural y de la ciudad así como en la generación de nuevos públicos para un arte considerado patrimonio mundial compensa los 660.000 euros que se han tenido que financiar con fondos municipales.

El grupo de Participa Sevilla, que había reclamado las cuentas de uno de los mayores eventos culturales de la ciudad, cuestionaba la “memoria de ingresos y gastos” de marzo. En ella figuraban unos gastos de 853.909 euros (la mitad del total) para el pago de actuaciones. La producción técnica se llevaba la otra gran partida (377.964 euros, el 23%). En total, con tres conceptos más, la memoria elevaba este capítulo a 1,6 millones. Tras el ajuste de cuentas, estos gastos se han reducido a 1,5 millones.

El capítulo de ingresos directos por subvenciones, entradas y patrocinios es de 660.000 euros menos que los gastos, una cantidad que cubre el ICAS con financiación propia para presentar un balance ajustado. Esta es la partida que los críticos consideran que debe computarse como déficit o pérdidas en la organización.

Por taquilla, las 43.000 entradas vendidas para los 69 espectáculos aportaron un ingreso neto de 702.121 euros, descontadas las devoluciones, descuentos, pases promocionales y de medios de comunicación, que supusieron 32.478 euros. La pasada edición de la Bienal sufrió la suspensión del concierto de Manolo Sanlúcar, que iba a sustituir al Ballet Nacional de España, entidad que rehusó participar por conflictos laborales. El espectáculo inaugural de Rafael Riqueni, que ingresó en prisión por una agresión, también fue sustituido por La guerra de las mujeres, de Antonio Canales, Estrella Morente y Aída Gómez.

Las subvenciones recibidas sí coinciden con la memoria de ingresos presentada en marzo: 40.000 del Instituto de la Juventud de la Junta de Andalucía y 95.000 del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM). Los patrocinios materializados son 24.200 euros de Endesa y 18.000 de Cruzcampo. Otros 24.200 que aportará Cajasur están solo pendientes de hacerse efectivos tras haberse cumplido todo el trámite.

El presupuesto del Festival de Cine de Málaga, que es anual, ronda los 2,5 millones de euros. Otros certámenes veraniegos de música rondan los 3,8 millones, aunque en estos casos la aportación pública es menor y el riesgo lo asumen los promotores.