Claves de la subasta de un posible ‘velázquez’
La puja por el 'Retrato de niña' comenzará la tarde de este martes en ocho millones de euros
“¡Adjudicado!”, así acabará la puja del Retrato de niña, que se subasta este martes en la sala Abalarte de Madrid. Pero eso solo será un punto más de inflexión de una historia que comenzó el 3 de abril cuando se presentó este lienzo que la casa de subastas atribuye a Velázquez, teoría avalada por el experto en pintura antigua Richard de Willermin. Hasta ahora nadie más ha confirmado ni desmentido la autoría, pero alguna alerta debió saltar en las agendas de los especialistas cuando tres semanas más tarde, el pasado viernes, Abalarte recibió una orden ministerial firmada por el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, que declaraba “el bien inexportable por ser atribuible a Velázquez”.
¿Qué conlleva esa inexportabilidad?
Para empezar, en ningún momento se confirma la autoría del pintor sevillano, solo se deja abierta esa posibilidad a falta de estudios técnicos que den datos más concretos. Hasta ahora solo se ha podido hacer un análisis visual del retrato expuesto en la sala desde el 11 de abril. La casa de subastas también facilitó la radiografía del lienzo, de 57,5 x 44 centímetros, en la que se aprecia un círculo de puntos de blancos -tapados por una capa de pintura posterior, por tanto, no visibles a simple vista- que rodea la cabeza de la niña en forma de corona. De aquí surge la otra manera de denominar el lienzo: Inmaculada joven.
El que la obra no pueda salir de España, no quiere decir que no la pueda comprar un coleccionista extranjero que no pretenda sacarla del país. Aunque claro está que desanima a los interesados foráneos, que son los que realmente mueven el mercado del arte. De los casi 60.000 millones de euros que movió el mercado del arte en 2015, menos del 1% venía de capital español.
¿Quién veta la salida de la obra de España?
Aunque en perjuicio del mercado y del negocio, la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico es el organismo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, adscrito a la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, que vela por este aspecto del patrimonio. Entre sus funciones están: analizar las solicitudes de exportación e importación de bienes culturales protegidos y valorar la conveniencia de adquisición de estos por parte del Estado para que pasen a incrementar las colecciones de instituciones públicas como museos, archivos y bibliotecas estatales.
Algunas de las posibilidades que se pueden dar este martes en la subasta del Retrato de niña.
La puja comenzará en los ocho millones de euros que se han fijado como precio de salida, y desde ese punto de partida hasta la cantidad a la que quiera llegar el mejor postor.
La última obra de Velázquez que adquirió el Museo del Prado fue el retrato de Ferdinando Brandani, conocido como el Barbero del Papa. Fue en 2003 y el Estado pagó por él 23 millones de euros. Sin embargo, el pasado enero, un bodegón atribuido a Velázquez -cuya valoración estaba entre 1,3 y 1,8 millones de euros- protagonizó una puja poco entusiasta en una subasta de la casa Sotheby’s de Nueva York.
Una vez que finalice la puja, la pequeña niña atribuida a Velázquez se puede ver en dos escenarios:
-Que se la quede quien haya ofrecido la mayor cantidad.
-Que el Estado ejerza su derecho de tanteo, es decir, prevalece el interés de este por incrementar el patrimonio nacional y, por tanto, tiene derecho a adquirirlo por el precio final que haya alcanzado. Esto seguiría sin confirmar que el óleo es de Velázquez, para asegurarlo se tendrían que llevar a cabo estudios exhaustivos, pero acercaría un paso más a la autoría, no hay que olvidar que la orden ministerial declaraba la pieza inexportable por ser “atribuible” a Velázquez.
En el supuesto de que el Estado ejerza su derecho y la obra pase a ser patrimonio de todos, serán unos pocos los perjudicados: el que haga la oferta más alta -que al final no se quedará con el retrato-, el propietario del cuadro y la casa de subastas, ya que mientras un particular tiene que pagar en un plazo máximo de 10 días, el Estado tiene la opción de hacerlo efectivo hasta el 31 de diciembre de 2018.
Si finalmente la obra se la queda el Estado y se confirma que es de Velázquez, sería una de los pocos ejemplos que se conservarían en España de la primera etapa de este artista, cuando todavía no había salido de Sevilla. De Willermin fecha la pintura en 1617, contemporánea de la Vieja friendo huevos (1618), conservada en la National Gallery en Edimburgo; de Cristo en casa de Marta y María (1618), en la National Gallery de Londres; de El almuerzo (1617-1618), que está en el Hermitage. También de este periodo es La cena de Emaús, que se puede ver en Dublín, y La adoración de los Reyes Magos (1619), esta sí, en el Museo del Prado.
Babelia
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