La clase de anatomía que enferma a los visitantes
Una exposición sobre el cuerpo humano cancela en Roma una actuación en la que hombres y mujeres se cuelgan con garfios de la piel por provocar desmayos y mareos
La exposición Real Bodies abierta en Roma con el objetivo de dar a conocer los secretos de la anatomía humana a través de la colección de momias, órganos y cuerpos más importante del mundo ha cancelado su actuación estelar tan solo cuatro días después tras provocar mareos y desmayos entre algunos visitantes, que han tenido que recibir atención médica. La muestra está en el centro Guido Reni District de Roma hasta el 2 de julio.
La exposición está compuesta de 350 elementos —entre los que se incluyen esqueletos, cráneos desarticulados y fetos dentro de frascos— dirigido, según la organización, “a quien quiera conocer de cerca cómo funciona la maravillosa máquina del cuerpo humano”. En la entrada ya explican que el esqueleto de una persona “tiene mucho que contar”, puesto que en él se refleja gran cantidad de datos, “desde los alimentos que se han consumido hasta las heridas que uno se ha hecho”. Para demostrarlo, al lado de la explicación se muestra la momia de un bebé de un año de Ancona (Italia) datada en el año 800.
Se trata de una exposición didáctica, adaptada especialmente a estudiantes y profesionales del campo médico y deportivo. Una buena parte está dedicada a la salud, con ejemplos reales de fracturas de huesos y prótesis de cadera y rodilla, pero también de graves enfermedades. Así, se puede ver cómo los tumores atacan el organismo, con muestras reales de un hígado dañado por el cáncer, ovarios con quistes y próstatas y pechos con tumores.
Algunas de las representaciones más impresionantes son la de una momia a la que han estirado todos los músculos para poder ver la conexión que tienen con los huesos o la de otra que está montada sobre una bicicleta para abordar el complejo tema del movimiento. Momias saltando vallas, con arco y flecha, jugando al fútbol o haciendo ballet sirven para adentrarse en el mundo del deporte, y para explicar que una persona sedentaria solo utiliza el 10% del potencial de sus músculos. Igualmente sobrecogedor es ver los fetos de dos gemelos monocigóticos o la placenta que los envuelve, además de hígados con hepatitis y cirrosis o riñones con cálculos.
La parte estrella de la muestra eran las actuaciones en vivo, que fueron presentadas como un “evento colosal” con el que explicar la piel humana. Al lado de una piel de una persona real disecada expuesta en un panel de vidrio, los intérpretes del “Wild Suspension Team” (equipo de suspensión salvaje) se colgaban de unos ganchos de metal que clavaban en su piel y sostenían el peso de su cuerpo, para representar una técnica antigua que requiere gran concentración y fuerza física.
Al ver la sangre de los artistas colgados fue cuando muchos de los visitantes se encontraron mal. En solo dos días ha habido al menos 13 personas que han tenido que ser atendidas por los servicios sanitarios. Uno de los afectados fue un joven de 16 años que se desmayó al ver la representación, cayó al suelo y se hizo una herida en la cabeza. Dos chicas de 18 y 26 años también tuvieron que ser atendidas por mareos frente a la actuación, y otros visitantes han tenido que ser tratados por mareos producidos al ver la sangre y los cadáveres.
Como consecuencia, la organización ha cancelado esas representaciones en vivo. “Sentimos haber anulado las representaciones futuras porque creemos que detener este espectáculo eliminará la posibilidad de admirar esta técnica increíble anunciada desde hace mucho tiempo en la muestra. Las suspensiones solo tenían una finalidad científica y, por supuesto, no nos esperábamos una reacción de sufrimiento y de impresión por parte del público”, ha dicho Mauro Rigone, director de la empresa Venice Exhibition, organizadora de la exposición. La muestra llega a Roma desde Milán, donde fue visitada por más de 250.000 personas pero también hubo problemas y, en ese caso, la organización decidió instalar una enfermería para quienes se encontraban mal.
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