Sueca y niña prodigio: así es Zara Larsson, la última estrella del pop
La cantante, de 19 años, es la nueva exportación del país nórdico a las listas de éxito de todo el planeta
Que el pop sueco tiene su tradición en éxitos de ventas es un eufemismo en toda regla. La alargada sombra de ABBA o Roxette fue llevada a otro plano sideral cuando los productores Denniz Pop y Max Martin llegaron al mainstream estadounidense a hacer grandes a Britney Spears, Backstreet Boys o Taylor Swift, en una construcción de hits sin precedentes que aún dura. La mecánica de los hits —algo que puede remontarse a la serialización de grupos con Motown, a finales de los años cincuenta—, tiene ahora a un nuevo rostro, la jovencísima Zara Larson, que pulula en el panorama musical sueco al menos desde 2008, es decir, cuando tenía apenas once años.
Nacida en Estocolmo en 1997, apareció en los televisores suecos como concursante de Talant Sverige, una versión de America’s Got Talent, el popular show de competición de talentos. Una menuda niña rubia, ataviada con un vestido de raso y unas coletas, sacaba de no se sabe dónde un chorro de voz para versionar nada más y nada menos que a Celine Dion o Leona Lewis. Larsson arrasó bajo la atenta mirada de su familia -y de la población sueca-.
Nada se supo de ella hasta 2012, cuando firmó contrato con TEN Music Group, un sello de aire independiente pero energía de productora y fábrica de canciones que lanzó a Niki & The Dove y a Icona Pop y su “I Don't Care” en el mismo año. TEN se dedicó con energía a Larsson, que entraba en ese complicado tránsito artístico que es la adolescencia, y produjeron para ella “Uncover”, compuesta por Marcus Sepehrmanesh, Robert Habolin y Gavin Jones, también autores de canciones para Icona Pop o Girls Generation, entre otros. El tema, una balada de pop y r’n’b contemporáneo que crece, se convirtió en un éxito instantáneo de crítica y público en Bélgica, Dinamarca, Francia y Suiza y fue seis veces disco de platino en Suecia. El vídeo lleva más de ciento cincuenta y cuatro millones de reproducciones en YouTube.
A “Uncover” le siguieron “She's Not Me” y “Bad Boys”, ya en su álbum de debut, “1”, en el que se demostraban las habilidades de Larsson en aunar musicalmente dos ídolos suyos, Rihanna y Amy Winehouse, y un evidente imán para la cámara. A la joven aspirante no le faltaba empuje, y empezó a demostrarlo. En 2015, ya con diecisiete años, gastó una buena broma en las redes sociales: se enfundó un preservativo en la pierna, para reírse de los hombres que, “dicen tener la polla demasiado grande para los condones”, como advirtió en su cuenta de Instagram. La foto se hizo viral en cuestión de horas, y Larsson fue inmediatamente aupada como icono feminista.
Para entonces, la pasión del público por Larsson ya había trascendido a los países nórdicos. Entre 2015 y 2016 salieron cuatro sencillos -”Lush Life”, “Never Forget You”, “Ain't my fault” y “I Would Like”, que preparaban la llegada de su siguiente álbum “So Good”, ya con aspiraciones de éxito mundial. El trabajo está producido, entre muchos otros, por MNEK -que ha trabajado en canciones de Madonna, Beyoncé y Kylie Minogue, entre otras-, y Steve Mac, artífice de éxitos de Shakira, One Direction y Kelly Clarkson.
La combinación entre productores británicos y compositores de canciones suecos -entre ellos, la propia Larsson- parece hecha a medida del triunfo arrasador de la nueva estrella.
“So Good” cumple las expectativas de una artista forjada en los shows televisivos de talentos musicales, como antes lo hicieron Leona Lewis y Kelly Clarkson. A saber: una capacidad vocal más que probada, una imagen atractiva y el coqueteo con el pop azucarado, el house tropical y algunas baladas algo anémicas que no harán sombra a un evidente éxito que ya se ha dejado notar. “Ain’t My Fault”, su single de inspiración r'n'b sexy que recuerda muchísimo a Rihanna, lleva más de cien millones de reproducciones en su canal de YouTube. “So Good”, destinado a arrasar y publicado hace apenas un mes, ya va por los quince millones.
Cronometrado al milímetro para arrasar, el éxito de Larsson es ya imparable.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.