El rapero alquimista
Rayden presenta 'Antónimo', su cuarto disco en solitario, y ficha por la multinacional Warner Music
David Martínez (Alcalá de Henares, 1985) es un rapero atípico. Un artista multidisciplinar que hace tiempo que se ha salido de los márgenes del rap. Al menos del más convencional, el las metacanciones, donde los raperos se entronan y a la vez sepultan a la competencia con rimas perdonavidas y modos altaneros. Martínez, conocido artísticamente como Rayden, acaba de publicar Antónimo, su cuarto disco en solitario, bajo el sello de Warner Music, donde acaba de fichar. Lo cuenta en las oficinas de su nueva casa discográfica, en el madrileño paseo de la Castellana. Su cerebro está afilado, sus ideas son claras y su lenguaje es seductor.
El músico lleva una barba cuidada y el pelo corto. Debajo de su camiseta grisacea asoman varios tatuajes, su sonrisa aflora como un resorte y sus ojos brillan cuando da explicaciones sobre su nuevo proyecto: Antónimo, un ejercicio letrístico y musical ambicioso y comprometido, formado por 13 cortes donde predominan la instrumentación tradicional de guitarra, bajo y batería y letras con críticas sociales y reflexiones existenciales. La producción corrió por parte de Ale Acosta, miembro de Fuel Fandango y cuenta con la participación de Leonor Watling, Carmen Boza y Mäbu. En resultado: un disco heterogéneo donde el artista exhibe su músculo rapeando y se despoja finalmente de las bases tradicionales del rap. Un punto de inflexión que continúa los derroteros de su anterior trabajo En alma y Hueso (Boa Música, 2014), donde inició su acercamiento a la instrumentación analógica.
La temática de Antónimo tiene miga: “Desde que el ser humano tiene capacidad de habla establece el idioma con antónimos para desarrollar el idioma. Creo que existen todas las palabras pero no hay palabras para todo y para cambiar hay que cambiar la forma de enfocar nuestro propio lenguaje, gestual o emocional; que cambiemos todos para cambiar unidos. También tiene que ver con la lucha de extremos y la búsqueda de equilibrios”, explica el artista, que tuvo la idea del disco "dos semanas después de tener el máster del anterior. El álbum arranca una triología cuyo concepto global será la palabra y que será continuado con Sinónimo y Homónimo, sus siguientes trabajos. ¿Una obra ambiciosa? “Ambicioso es una virtud si llegas hasta el final”, sonríe Rayden.
La otra gran novedad es su fichaje por la multinacional Warner Music tras haber editado sus tres primeros trabajos en Boa Music, la oficina de hip-hop en español más reconocida y donde publican grupos como SFDK, Tote King o Kase O. “Antes de hablar con Warner iba a autoeditarme para salir de mi zona de confort”, explica. “Quería navegar en mar abierto y acercarme a otros estilos musicales ya que Boa es, principalmente, un sello de rap. Me senté con ellos y acepté ya que hubo sintonía artística”, concluye.
El exiguo rapero, uno de los que más discos de rap vende en castellano, se describe a sí mismo como “alguien que se dedica a la palabra en todas sus formas, aunque sea más reconocido en la música”. No en vano, Rayden ha publicado dos libros de poemas (Herido Diario y TErminAMos y otros poemas sin terminar) y prepara otro para 2018. Confiesa que no tiene conocimientos de solfeo y que va a empezar a recibir clases de canto, aunque sabe “aporrear la guitarra". "Suena lo que quiero", aclara socarrón.
Sobre referencias literarias, Martínez cuenta que es "más de libros y autores que de géneros". “Me gustan los que parecen simples pero de los que puedes extraer cosas importantes según la óptica con la que los leas, como El arte de pedir, de Amanda Palmer. Sobre poesía, hace poco leí la antología de Miguel Hernández". Por último reivindica la figura de Benjamín Prado: "Uno de los poetas vivos que mejor utiliza los aforismo", sentencia.
El excampeón mundial de la Red Bull Batalla de los Gallos en 2008 compara su evolución con la que vive la escena del hip-hop en castellano. "Se está viendo que hay artistas que tienen otras inquietudes y que no están anclados. Cuando escucho metacanciones hablando de que hago canciones no les trago", explica. Red Hot Chili Peppers, Izal, Joaquín Sabina, Leiva son algunos de los grupos que le inspiran y que han fraguado el sonido del su nuevo trabajo, especialmente en la instrumentación de bandas, con especial referencia a Rage Against the Machine, Jack White o Black Keys, con bajos profundos y baterías pesadas.
Martínez ha sido padre recientemente, algo que afecta irremediablemente en la obra de los artistas. "Te das cuenta del concepto genuino de amor, que roza lo comestible", cuenta el músico. Con el nacimiento de su hijo, y la mudanza a la capital desde Alcalá de Henares, Rayden reconoce que es "más consciente" del mundo que le rodea debido a los peligros domésticos a los que se enfrenta un bebé. La felicidad doméstica que conduce al folio en blanco no es, de momento, algo que le preocupe: "Siempre tengo algo que contar y la inspiración es un músculo que tengo entrenado", concluye.
Babelia
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