Carmen Thyssen: “Con Montoro me intercambio ‘christmas”
La baronesa quiere que su colección se quede en España y no descarta tener que vender otra obra
El Museo Thyssen está de celebración, cumple 25 años e inaugura la exposición Obras maestras de Budapest. Del Renacimiento a las Vanguardias. A pesar de la efeméride, de la reunión de estupendas piezas que difícilmente salen de Hungría, de la presencia de la embajadora de este país y del director del Museo de Bellas Artes de Budapest y de la Galería Nacional, lo que sobrevuela por el museo y más en presencia de Carmen Thyssen es qué va a ocurrir con su colección. Cuál es el estado de las negociaciones sobre el acuerdo que permitiría que sus obras permanezcan en el museo madrileño.
En la rueda de prensa de presentación de la exposición repartieron un comunicado en el que la baronesa declara: “Deseo que mi colección de arte, siga en España y pueda ser admirada por la gente de forma permanente siempre y cuando tenga un marco legal que respete el valor de esta colección única, que garantice la accesibilidad y movilidad de las obras para poder llevar a cabo exhibiciones en todo el mundo y para dotar a la colección de mayor visibilidad”.
Ha manifestado que tanto ella como la colección se han sentido abandonadas y recuerda que tiene obras impresionistas y expresionistas que serían un gran aporte para el patrimonio español: “Todo el mundo entiende que una colección de arte valorada en más de 1.000 millones de euros [hasta ahora se hablaba de 800 millones de dólares -unos 750 millones de euros-] no puede estar en una situación de precariedad. Y que un préstamo gratuito de las obras de mi colección que, según consta en las cuentas anuales de la Fundación (publicadas en el BOE) genera unas ganancias para Madrid de entre siete y ocho millones de euros anuales, no debería estar sin un marco legal claro y estable”.
Carmen Thyssen quiso destacar que su papel como mecenas también es pensar en el futuro de estas piezas. “Llevamos cinco años con renovaciones anuales o semestrales del préstamo. Ahora tenemos que pensar en un marco que respete y proteja el valor de esta colección única de forma permanente y a largo plazo”. La baronesa no quiso concretar cuál sería ese largo plazo al que se refiere. “Puede ser de muchos años o definitivo. Hay que sentarse a decidir”. Lo que quiere es que dejen de ser anuales como ha ocurrido en los últimos años. El primer acuerdo al que se llegó en 1999 fue por 11 años, después se prorrogó cada año, hasta 2016 que solo fue por seis meses ya que el Gobierno estaba en funciones.
Asegura que con el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, tiene buena relación y que su disposición es muy buena. El comunicado termina diciendo “debemos tener la predisposición de todos interlocutores”. Y con estos se refiere además de a ella y al Ministerio de Cultura, al de Hacienda. Pero ante la pregunta de cuál es su relación con Montoro responde: “Nos intercambiamos christmas”.
Carmen Thyssen confía en que sus obras puedan quedarse en España, pero mantiene que en “régimen de disposición, movilidad y exposiciones mundiales”. Reconoce que no tiene liquidez y no descarta vender alguna pieza. Recuerda que cuando, en 2012, tuvo que deshacerse de La esclusa, del pintor inglés John Constable, primero se la ofreció al Estado.
Cuando acabó el acuerdo a finales de enero, los participantes en la negociación se dieron un plazo de tres meses para llegar a un nuevo acuerdo. Ya ha pasado medio mes y la baronesa ha mantenido esta mañana la fecha. Todo está por ver, el reloj marca el tiempo de dos de los grandes museos del eje Prado-Recoletos: el próximo director del Prado aún no está decidido y la permanencia de la colección Carmen Thyssen también está en duda.
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