Grupos de usuarios anuncian protestas contra el canon digital
“Es un impuesto encubierto”, ataca la Unión de Contribuyentes
Nuevo canon. Y viejas polémicas. El Ministerio de Cultura y las entidades de gestión han pactado las líneas generales de un sistema de compensación por las copias privadas actualizado. Pero varias asociaciones de contribuyentes e internautas apenas ven diferencias con el antiguo canon, en vigor hasta 2011 y que ya entonces combatieron. De ahí que hayan vuelto a criticar un modelo que “no tiene ningún sentido en el mundo digital”, según Miguel Pérez-Subías, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), quien prometió ayer movilizaciones futuras en el caso de que se apruebe el nuevo sistema.
El modelo pactado tendrá que sustituir al introducido por el PP en 2012. Este sistema, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, fue tumbado por el Supremo. Así que el acuerdo entre Cultura y las entidades se parece más al anterior canon, desaparecido en 2011: la compensación a los autores formará parte del precio de los soportes o aparatos de grabación de contenidos sujetos a propiedad intelectual (un CD, un móvil, una memoria USB...). El texto plantea, eso sí, novedades como la exención para empresas y Administraciones públicas y la opción para las personas físicas y jurídicas de pedir un reembolso, si demuestran el fin profesional de las copias. Aunque Pérez- Subías considera que estos cambios eran obligatorios debido a varias sentencias judiciales en ese sentido y, por tanto, no hay avances reales.
La Unión de Contribuyentes (UC) también mostró su “oposición frontal” al canon: “Se trata de un impuesto encubierto que gravará injustamente la mayor parte de los soportes de memoria y de los aparatos electrónicos con capacidad de grabar”. “Tras una batalla de años, la sociedad civil ha perdido y el oscuro lobby de las entidades de gestión ha ganado”, añade Juan Pina, presidente de UC, en un comunicado.
“No pedimos la luna, sino algo razonable”
Adepi, la asociación que reune a las ocho entidades de gestión españolas, lideró las negociaciones con Cultura para la nueva compensación por copia privada. De ahí que Antonio Guisasola, vocal de Adepi, mostrara ayer su satisfacción: “Celebro la forma de abordar el problema. Contamos con la voluntad política del ministerio de resolver este asunto de una vez por toda y bien, sin parches”. “No pedimos la luna, sino algo razonable. Es un modelo que emplea la mayoría de los países de la UE”, añadió.
Guisasola calcula que pasarán como mínimo de cuatro a seis meses antes de que el sistema funcione, ya que faltan muchas etapas, empezando por la opinión de los otros ministerios afectados.
Pérez-Subías lamenta también que se haya ignorado la petición de un encuentro con los ministerios de Cultura y Hacienda que AUI registró en noviembre. Y que ningún representante del Gobierno o del PP acudiera a un encuentro que organizaron el jueves en Madrid para debatir sobre el canon con partidos políticos y distintos representantes del sector. “No cuestionamos el derecho de copia privada, sino el método. Este es un amaño, pilotado por las entidades de gestión. El canon lo tiene que soportar la obra que lo genera, y por eso proponemos una solución de licencias: Cuando compras un producto tienes la licencia para hacer copias privadas”, agregaba ayer.
Y Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas y uno de los opositores más combativos del antiguo canon digital, defendió en un comunicado: “El anuncio del Gobierno para imponer un canon digital, indiscriminado, arbitrario e injusto en los dispositivos, es volver a cometer los mismos errores, subsanados por los tribunales de justicia españoles y europeos”.
Varias organizaciones comparten además la preocupación, como destacó la Asociación de Usuarios de la Comunicación en un comunicado, de que los fabricantes e importadores de aparatos y soportes para la copia privada, quienes en teoría deberían asumir el pago del canon, acaben cargándole la compensación al consumidor, a través de una subida del precio de los productos.
Babelia
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