El último maquis gallego
Cuatro estudiantes rescatan en un documental la vida de Camilo de Dios, único ‘guerrilleiro’ antifranquista vivo
Entre los castaños de las montañas de Ourense y los ríos caudalosos que las atraviesan, Camilo de Dios pasó parte de 1948 y 1949 luchando en la Segunda Agrupación del Ejército Guerrillero antifranquista de esta provincia gallega. La vida de este hombre, que nació en 1933 en un pequeño municipio del norte de la región llamado Sandiás, ha estado siempre ligada a la dictadura: pasó 10 años en las cárceles de Franco y hasta 2014 no pudo recuperar los restos de su hermano Perfecto, asesinado por varios guardias civiles en 1950 en Crespos, una localidad de Ávila en la que vive medio millar de habitantes.
Las peripecias de Camilo de Dios, de 83 años, las han llevado este año a un documental cuatro estudiantes de Comunicación Audiovisual de la Universidad de A Coruña. Aunque su testimonio aparece en otras películas, Camilo, o último guerrilleiro de Galicia es la primera que se dedica en exclusiva a su vida. Alba Sánchez, una de las alumnas que ha participado en el trabajo, cuenta que cuando conocieron la historia de De Dios decidieron que había que contarla: “Con el trabajo de fin de grado creímos que era el momento. Además, Camilo nos había avisado de que si queríamos hacer algo, tenía que ser pronto: ‘Apurad, no vaya a ser que tenga que hacer un viaje del que no escapa nadie’, nos decía”.
De Dios, su madre y su hermano Perfecto se echaron al monte el 1 de octubre de 1948, cuando Camilo tenía 15 años. Su padre, Jesús de Dios —comunista como él—, había fallecido en 1945 tras participar en la guerrilla, y los tres escaparon a las montañas después de ser descubiertos como enlaces, el término que se usaba para referirse a las personas que apoyaban a los maquis dándoles información y cobijo. "No tuve miedo porque la juventud es muy inconsciente. Nos parecía que teniendo una pistola, una metralleta y un par de bombas eras el rey del mundo, porque nadie se metía contigo", cuenta De Dios en el documental.
La película, de 50 minutos, se ha proyectado en auditorios y casas de la cultura de municipios gallegos como Ourense, Pontevedra o Santiago. Juan Pirola, otro de los creadores del documental —que les valió un sobresaliente—, está tratando de llevar la historia de Camilo a más ciudades de la región y a puntos de Argentina y Francia, adonde llegaron miles de exiliados escapando del franquismo: “Estamos trabajando en los subtítulos [el documental es en gallego]. La película estará disponible en la web cuando acabemos las proyecciones”. La versión digital, que estuvo abierta unos días tras su estreno en A Coruña el pasado 27 de octubre, tiene un metraje mayor que puede alcanzar las tres horas.
La travesía de Camilo como guerrillero se interrumpió el 18 de marzo de 1949: fue detenido junto a varios compañeros en Ourense por la Guardia Civil y hasta 1959 no salió de la cárcel de Yeserías (Madrid) tras haber pasado también por las de Ourense, A Coruña, Santander y Segovia. Cuando quedó libre, se volvió a incorporar a la lucha y, sobre todo, peleó para encontrar el cuerpo de su hermano. Aunque contactó por primera vez con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en 2002, fue hace dos años cuando por fin se localizó el cadáver, enterrado en una fosa común desde hacía más de seis décadas: “Al morir mi madre le prometí que recuperaría el cuerpo de Perfecto, que era mayor que yo. Le quería mucho. Cuando recogí los restos, fue un alivio”.
2.000 guerrilleros muertos
El padre y el hermano de Camilo fueron dos de los más de 2.000 guerrilleros antifranquistas que perdieron la vida combatiendo la dictadura. Camilo de Dios compartió la experiencia de la cárcel con otros 3.200 maquis. Durante el conflicto entre las guerrillas del monte y la Guardia Civil, perdieron la vida más de 240 agentes y alrededor de 340 fueron heridos, según el historiador Luis Suárez en su libro Franco. Los años decisivos. 1931-1941.
La Federación de Guerrillas de León-Galicia, en la que combatió la familia De Dios, fue la más relevante por su tamaño y por su actividad. Entre los maquis, había socialistas, comunistas, anarquistas, sindicalistas y otros opositores al régimen franquista.
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