El Prado reúne 14 piezas originales del Pórtico de la Gloria
El museo expone el trabajo del Maestro Mateo y su taller en la catedral compostelana
Muy pocos datos se tienen del escultor y arquitecto conocido como el Maestro Mateo, autor del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago, obra cumbre del Románico. Se cree que nació hacia 1150 y murió entre 1.200 y 1217, pero lo cierto es que su trabajo en la catedral gallega influyó en todo el arte que se realizó en la península hasta finales de la Edad Media. Sus esculturas de granito estuvieron dispersas o desaparecidas durante muchos años. Ahora, restauradas y recuperadas, 14 de ellas forman parte de la exposición que el Museo del Prado dedica al artista en las salas 51 y 51B del edificio Villanueva. La muestra que hoy se abre al público se podrá visitar hasta el 26 de marzo.
La exposición, comisariada por Ramón Yzquierdo, conservador del museo de la catedral de Santiago, explica que, en origen, el maestro Mateo concibió una rica y espectacular fachada para el pórtico que fue sustancialmente modificada a mediados del siglo XVI y, ya en el XVIII sustituida por el actual Obradoiro. Mateo realizó también un coro pétreo para ocupar los cuatro primeros tramos de la nave central de la Iglesia, pero que fue también sustituido por otro de madera en el siglo XVII. Los dos conjuntos, explica el comisario, estaban estrechamente relacionados y se complementaban con una iconografía concebida para transmitir un mensaje apocalíptico y de salvación a los fieles.
Las sucesivas obras y cambios de parecer supusieron que desaparecieran parte de las estatuas esculpidas por Mateo y su taller. Algunas fueron utilizadas de relleno para los cimientos, como es el caso de dos de las obras más llamativas e la exposición. Una de ellas es Caballos del cortejo de los Reyes Magos -reutilizada como material de relleno en la escalinata del Obradoiro y recuperada en 1978 conservando restos de la policromía. La otra es San Mateo encontrada en una de las fachadas exteriores. Las restantes piezas permanecieron en la propia catedral, en otras instituciones o colecciones particulares.
Una de las obras más sorprendentes es una figura decapitada, Estatua-columna masculina con cartela, encontrada a comienzos del mes de octubre de este mismo año en el interior de la torre de las campanas de la catedral, donde había sido utilizada como material de relleno y que se presenta por primera vez al público en esta exposición.
Una de las dos salas que ocupa la exposición está presidida por el gran rosetón que originalmente coronaba la portada central. La obra ha podido ser parcialmente reconstruida a partir de fragmentos encontrados en 1961.
Otra de las piezas esenciales de la muestra es el documento que demuestra la intervención de Mateo en el templo al menos desde 1168. Es un documento firmado por el rey Fernando II de León por el que se le concede al artista una pensión vitalicia.
Como ya se ha hecho en otras exposiciones, el museo facilita a la entrada de las salas una tableta Samsung con la que el visitante podrá recorrer virtualmente el Pórtico de la Gloria y el coro pétreo de la catedral compostelana gracias a materiales audiovisuales cedidos por la Fundación Barrié. En ella se incluyen también explicaciones sobre la figura del maestro Mateo y la evolución arquitectónica del templo desde sus orígenes, en el año 820, a su conclusión hacia 1211, fecha de su consagración.
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