Colombia y Juan Gabriel se comen los Grammy Latinos
Marc Anthony y Jennifer López actúan juntos en el primer gran evento hispano en los Estados Unidos de Donald Trump
La industria de la música latina premió este jueves a artistas consolidados, artistas nuevos y artistas que ya no están. La bicicleta, de Carlos Vives y Shakira, ha sido la canción del año para esta industria y así fue reconocida en los Grammy Latinos este jueves en Las Vegas. El debutante Manuel Medrano irrumpió entre los grandes. Juan Gabriel, el inclasificable divo mexicano que falleció repentinamente el pasado agosto, fue premiado de manera póstuma por el álbum de duetos que había publicado este año. Y todo esto quedó sepultado por uno de los momentos televisivos del año: Marc Anthony y Jennifer López reconciliados en directo sobre un escenario.
La XVII edición de los Grammy Latinos se celebró en el moderno pabellón T-Mobile de Las Vegas y fue el primer gran evento hispano que vive Estados Unidos desde que ganó las elecciones una persona que comenzó su campaña insultando a los mexicanos y que ha mostrado su desprecio en general por esta cultura. Donald Trump no fue nombrado sobre el escenario. Hubo referencias más o menos explícitas, pero en general los artistas se esforzaron por lanzar un mensaje positivo. No tanto de confrontación con un presidente electo que muchos hispanos sienten como una amenaza existencial, sino de reivindicación de una cultura que el presidente de un país con 50 millones de hispanos parece ignorar por completo.
Los premios dejaron una interesante representación de artistas nuevos, esos que están desafiando los clichés sobre lo que debe cantar un artista latino. El rock argentino de Illya Kuryaki and The Valderramas se llevó dos premios. El pop del colombiano Manuel Medrano, otros dos. La mexicana Carla Morrison ganó por la mejor canción alternativa, Vez Primera. Morrison pidió desde el escenario: “La industria latina de la música tiene muchas propuestas pero tiene que dejar entrar nuevos talentos. Necesitamos motivación en un tiempo realmente difícil”. Morrison hizo la referencia más explícita al presidente electo, al que llamó “cabrón naranja”.
Hablando de nuevos artistas, los primeros gritos de fans se oyeron a través de los micrófonos de la gala previa cuando se anunció el primer premio de la carrera de Manuel Medrano, por el mejor disco del año en la categoría de cantautor. En la lista estaban Pedro Guerra, Francisco Céspedes o Djavan. El colombiano, de 28 años, ha irrumpido con un disco de pop melódico y mirada de niño bueno, como una especie de Hozier latino, en un espacio parecido al que ocupan Pablo Alborán o Pablo López. Su futuro como ídolo del público femenino en todo el mundo en español está prácticamente asegurado.
Después, en los primeros cinco minutos de la ceremonia televisada, Manuel Medrano fue el primer nombre que salió de una papeleta. El premio como mejor artista del año, uno de los más codiciados de los Grammy Latinos, le confirmaba como uno de los rostros de la noche. Recibió el premio de una de las mayores estrellas de la música, latina o no, Enrique Iglesias.
Medrano estaba además nominado en la categoría de canción del año. Esta la perdió contra el fenómeno de La bicicleta, de Carlos Vives y Shakira. Los dos grandes titanes de la música colombiana han quemado las radiofórmulas este año con esa colaboración. Shakira no acudió a la ceremonia. Vives, una persona con una vitalidad arrolladora, se levantó entusiasmado de su asiento y fue a abrazar a Medrano delante de las cámaras. Tuvo algo de simbólico. Una especie de bienvenido al club. Sobre el escenario, el compositor Andrés Castro dio “gracias a Colombia por estos grandes artistas”.
La bicicleta se llevó también el premio a la grabación del año. Es el equivalente en los Grammy al Oscar a la mejor película, el premio a un producto completo por su impacto en el mundo de la música este año. La bicicleta es, en opinión de esta industria, el producto de música latina de mayor impacto.
Además otro colombiano, J Balvin, protagonizó el mejor momento grammy del espectáculo televisivo, al cantar el éxito Safari con Pharrell Williams, Bia y Sky. Balvin fue premiado en la categoría de mejor álbum de música urbana completando una noche de triunfos para la música colombiana. Fonseca ganó las categorías específicas de tropical y vallenato. Y avisando para el año que viene, otro titán salido de Colombia, Juanes, aprovechó el evento para presentar su próximo disco y tocó en directo la canción Fuego.
El premio de Persona del Año, el homenaje a toda una carrera que concede cada año la industria, fue para Marc Anthony. Lo que estaba anunciado en el programa como “Marc Anthony canta con un invitado especial” fue la verdadera sensación televisiva de la noche. Sobre el escenario apareció Jennifer López y juntos cantaron Pega la vuelta, de Pimpinela. López y Anthony estuvieron casados entre 2004 y 2011 en la cima de sus carreras y fueron la realeza del famoseo latino. Sobre el escenario montaron una actuación intensa, que acabó con elogios de ambos y un beso que será viral durante días. López llamó “amor mío” a Anthony y lo presentó como “una leyenda viviente que va desnudando su corazón y su alma en su viaje musical”. El público pidió en pie y a gritos que se besaran. Lo hicieron como buenos profesionales.
Los Grammy Latinos premian toda la música en español y portugués en cualquier lugar del mundo. Son el único evento, político, económico o cultural en el que se juntan anualmente hispanohablantes de España, de Estados Unidos, de México y de Latinoamérica. En sus categorías menos conocidas premian toda esa música regional, desde el mejor disco de tango hasta el de flamenco. Ese premio lo recogió este año Niña Pastori, emocionada al borde de las lágrimas, por el disco Ámame como soy. Pastori cantó además en la gala la canción Ya no quiero ser.
Que Juan Gabriel se llevara dos premios esta noche da una idea de lo sorpresiva que fue su muerte el pasado agosto y del poderoso momento de su carrera en el que se encontraba. Las nominaciones se dieron antes de que falleciera. El ídolo de la canción popular en México, recibió dos premios póstumo por su disco de duetos Los Dúo 2, que ganó como álbum de pop y además como álbum del año. Uno de esos premios lo presentaron los chicos del grupo español Dvicio. El momento cómico y a la vez incómodo de la noche llegó cuando fue evidente que no sabían que Juan Gabriel había fallecido. Después de mirar al público y esperar unos segundos, el cantante Andrés Ceballos dijo: “No está”. Era evidente que desconocía quién era Juan Gabriel o que hubiera muerto. Ante la prensa, la mexicana Julieta Venegas, que había celebrado su premio al grito de “¡Viva Juan Gabriel!”, reconoció su estupor. “Me parece un poco fuerte”.
El primera gran evento de la música latina de la era Trump decidió ser business as usual, mirar hacia delante con dignidad y sin hacer demasiado caso de los tiempos que vienen. Dejó un show de los mejores de los últimos años en cuanto a actuaciones y premió todo lo premiable, hasta el punto de que nadie tuvo más de dos grammys.
Babelia
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