Netflix desembarca en la producción de cine en España con ‘7 años’
El filme, dirigido por Roger Gual y protagonizado por Paco León y Juana Acosta, se estrenará el 28 de octubre en más de 190 países
Cuatro amigos en una oficina con una pregunta flotando sobre ellos: ¿quién está dispuesto a sacrificar siete años de su vida en prisión para salvar al resto? El dilema está en la base de la que será la primera producción de Netflix en España, la película 7 años. Dirigida por Roger Gual, con guion de José Cabeza, esta historia de 90 minutos rodada en un mismo espacio y que transcurre en una sola noche se estrenará el próximo 28 de octubre en más de 190 países al mismo tiempo, con un público potencial de más de 83 millones de espectadores, tantos como suscriptores tiene Netflix, productora y distribuidora del filme.
Roger Gual siente un poco de vértigo ante estas cifras. “Esto es otra cosa. Mi última película [Menú degustación] sí tuvo algo más de distribución internacional, pero mi primera película no salió de España. Para los que venimos del mundo del cine, esto de que un producto se vea de golpe en 190 países da un poco de respeto”, explica el ganador de un Goya a la mejor dirección novel en 2003 por Smoking Room.
Netflix no solo está a punto de alterar la proyección artística de Gual (llegar a tantos mercados sería una quimera sin la ayuda del gigante informático). El último gesto de la conocida plataforma de distribución de contenidos a través de Internet, que lleva un año operando en España, amenaza también con cambiar las reglas del juego de la producción cinematográfica tradicional, poco antes de que se produzca el desembarco la todopoderosa HBO. La entrada de estos nuevos operadores, que emiten vía streaming por Internet, amplía la oferta y abre otras formas de consumir series y películas. Pero también se alzan como una amenaza para los viejos actores del tablero. Las televisiones tradicionales están alerta, conscientes de que la generación de contenidos es una de las patas más importantes del sector.
Las cadenas privadas españolas ven en estas entidades online un competidor serio, capaz de poner en jaque su boyante negocio. El presidente de Mediaset y de Uteca, Alejandro Echevarría, reclamaba este año al Gobierno durante asamblea de la entidad que agrupa a los operadores comerciales, igualdad de trato a las plataformas audiovisuales. “La neutralidad tecnológica”, apuntaba Echevarría, “debe llevar aparejada la equidad en las obligaciones tanto económicas como de funcionamiento, supervisadas por el órgano regulador”. Y exigía, en presencia de la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, una “revisión crítica” de las condiciones exigidas a las empresas alternativas de distribución, que son vistas como competidores directos de la TDT tanto en el ámbito de la audiencia como en el de la publicidad y la adquisición de contenidos. En el plano comunitario, la UE planea exigir a estas plataformas que al menos el 20% de los contenidos sean producidos en Europa, como mecanismo para preservar la industria del Viejo Continente.
'Las chicas del cable'
Netflix también tiene en marcha su primera serie original española.
Bambú Producciones (Velvet, Gran Hotel) se encarga del desarrollo de Las chicas del cable, ambientada en el Madrid de los años 20.
Narrará la historia de cuatro mujeres que trabajan como operadoras de la centralita de la única compañía de telefonía de España.
Entre sus protagonistas estarán Blanca Suárez, Ana Polvorosa, Maggie Civantos, Ana Fernández y Yon González.
Dos compromisos
En el caso español, si se atienden las peticiones de Uteca, entidades como Netflix estarían obligadas a cumplir dos compromisos: la financiación de TVE y la inversión en producciones cinematográficas. Las televisiones privadas aportan a la pública anualmente el 3% de sus ingresos brutos, porcentaje que en el caso de los operadores de pago es del 1,5%. Además, deben destinar otro 5% a financiar películas, series o documentales de producción europea. Esta obligación se aplica a los canales que emitan películas de menos de siete años de antigüedad.
En la operación que está ahora en marcha con 7 años cuenta el afán de Netflix por producir contenidos más allá de las obligaciones legales. “España tiene una larga tradición cinematográfica; era evidente que unos meses después de nuestra llegada pudiéramos presentar este gran proyecto”, dice Ted Sarandos, jefe de Contenidos de Netflix.
La empresa entró en escena en el proyecto cuando Gual, Cabeza y los productores Cristian Conti y Federico Jusid estaban desarrollando el guion. “Por casualidad, Cristian me dice que sabe que Netflix está buscando proyectos relativamente asequibles y que esto podría encajar. Mandamos el guion y tuvimos muy buena respuesta”, relata Gual. Todo fue rápido y sencillo. “Las televisiones y productoras hacen sugerencias y comentarios sobre quién puede estar en la película, por ejemplo. En este caso, propusimos un reparto, lo aprobaron y empezamos a rodar", continúa Gual, que ahora se encuentra rematando la mezcla de sonido de la película.
El reparto, inobjetable para Netflix, lo encabezan Paco León, Juana Acosta, Juan Pablo Raba y Alex Brendemühl, que interpretan a cuatro amigos fundadores de una exitosa empresa de diseño de aplicaciones tecnológicas que son pillados desviando fondos a un paraíso fiscal. Un mediador (Manuel Morón) tratará de ayudarles a decidir a quién echarán la culpa del fraude en una historia que, según su director, tiene un poco de todo. “Los anglosajones tienen el término one room thriller para definir este tipo de filmes. Tiene drama, thriller, un poco de comedia... Es complicado ponerle etiquetas. De lo que se trata es de que la gente empatice con estos personajes y al final tengan ganas de hablar sobre lo que harían ellos y el dilema moral que ocasiona”, dice Gual, que destaca el trabajo de los actores. En eso coincide también Juan Mayne, director de Producciones Internacionales de Netflix, que subraya la labor de Paco León en “un papel en el que los espectadores no han tenido la oportunidad de verle hasta la fecha”.
Aunque Netflix ya había anunciado la producción de su primera serie española, Las chicas del cable, la ficción por capítulos aún se encuentra en fase de selección de reparto, por lo que 7 años será su primer producto en ver la luz en España. La plataforma online con sede en Los Gatos (California) desembarcó en octubre de 2015 con la advertencia de que se encontraba en conversaciones para irrumpir en la ficción nacional. Y los frutos se podrán ver justo un año después de su desembarco.
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