De primero, tomaré bits

Un niño de orejas puntiagudas que navega en un océano de tiempo. Un soldado obligado a salir de su retiro de cuidador de caribúes que lucha contra sí mismo. Un ser hueco destinado a morir mil veces en un hermoso infierno de almas. Una prisionera que retuerce el espacio saltando entre portales naranjas y azules.

Estas imágenes, estos personajes, no son solo una estupenda forma de pasar el tiempo, que también, qué duda cabe; son referentes culturales. Son puntos clave de la formación sentimental de varias generaciones. Y son, sobre todo, brotes artísticos de mucho peso, dentro de una industria que no para de crecer y sumar adeptos, y cuyo devenir, estamos seguros, marcará el horizonte creativo del siglo XXI.

En 1UP proponemos un espacio reflexivo sobre un producto artístico incipiente, pero con la suficiente hondura para establecer debates profundos en torno a su importancia y su futuro. También, claro, para ser juzgado con la severidad a la que le aúpan sus propias capacidades. Porque la interactividad, el fulcro que mueve a esta arte, ha de ser exigida con el mismo rigor que la poética, la plástica, la arquitectura o la música.

El lector encontrará en 1UP un enfoque eminentemente cultural. Contaremos qué es ser un diseñador de videojuegos, con qué herramintas trabaja y qué hace genuina a su labor y marcadamente distinta a la de un director de cine o un escritor. Escribiremos reseñas en las que lo nuclear será encuadrar esa obra en un contexto cultural y decidir, evidentemente, si merece nuestro tiempo o no. Investigaremos la actualidad con reportajes en profundidad que vayan más allá de la noticia, que den una perspectiva completa de las luces y las sombras del décimo arte, sea el fenómeno de Pokémon Go o la guerra cultural entre los que buscan renovar el medio y los que quieren que permanezca en una eterna adolescencia.

Prestaremos especial atención también a la escena independiente de nuestro país, que atraviesa un momento delicado e ilusionante, y sobre la que demasiadas veces se escriben informaciones imprecisas, al calor de informes que no se han estudiado lo suficiente para evaluar si sus cifras están o no maquilladas. Visitaremos el estudio español prototípico, de cinco personas o menos y con tantas dificultades para cuajar como ilusión en tomarse en serio este medio. Y ofreceremos también retrospectivas que permitan entender el papel de españa en la evolución del arte interactivo durante más de tres décadas.

1UP es, en definitiva, el espacio para esos jugadores que ya son mayoría: hombres y mujeres por encima de los 30 que disfrutan y exigen lo mismo de los videojuegos que de sus novelas o de sus series favoritas. A vosotros nos debemos. Porque el píxel es también tesela y con su unión se trazan los mosaicos vivos de nuestro tiempo que darán cuenta de cómo fuimos y qué sentimos.