Alabama Shakes: regeneración de la música negra

A Alabama Shakes les ha salido de maravilla la jugada con Sound & Color, una operación redonda y jugosa. Asimismo, por ser más valientes de la cuenta, les podía haber salido rematadamente mal. Tenían en su mano optar por la prudencia y en cambio tomaron riesgos cuando en principio, todavía no era necesaria esa medida. Es decir, con Boys & Girls (y el single Hold on a la cabeza) se habían colocado con merecimiento en la primera línea de la escena rock, con la huella existente del r&b y, con ese patrón, podían estirar el chicle todo lo que quisieran sin perder el crédito ni a sus acólitos. Con todo, con el oportuno asesoramiento del productor Blake Mills, prefirieron barnizar las canciones de Sound & Color con un tono más moderno y atrevido. De la raíz del rock sureño con cuna en Athens hasta llegar a esa regeneración propia e inclasificable de la música negra. “Hubo un punto en el cuál, pensamos que definitivamente, a la gente no le iba a gustar lo que estábamos haciendo. Pero no nos importó, lo íbamos a llevar a cabo, aunque no fuera esa la ruta más popular. Lo que si sabíamos es que no queríamos hacer una segunda parte de Boys & Girls”, apunta Brittany Howard.

 Antes de publicar su segundo disco, aún no eran conscientes de ese revuelo favorable que iban a armar (si bien ya apuntaron alto con su debut), tampoco de los premios que iban a ganar (entre ellos tres Grammys) y los halagos que les iban a llegar por parte de la prensa, de muchos compañeros de profesión. “No nos esperábamos nada en concreto, no teníamos ningún tipo de expectativa. Trabajamos muy duro en esto, fue una locura, tenemos que agradecer a todos los que han creído en nosotros. Estoy muy orgullosa de ambos discos, aunque se que son muy distintos. Por eso, en nuestros conciertos tocamos material de los dos álbumes, así todo el mundo está feliz. Eso sí, reconozco que con Sound & Color hemos crecido como músicos, como compositores, estoy orgullosa”, comenta.

En Sound & Color conviven el sonido prototípico de la Blaxplotation y el drum n´bass, las canciones se bañan en psicodelia y el espíritu de Janis Joplin todavía flota, aunque a Howard le incomoda esa y otras comparaciones. Honesta y espontánea, antes que músico fue cartera en correos, ella agradece el elogio pero no pierde nunca la cabeza. “Creemos que tenemos que tocar con los pies en el suelo, bajar a la tierra. Seguimos viviendo en las mismas casas y disfrutamos de nuestras vidas como antes. Tenemos la suerte de viajar por todo el mundo y conocer a gente fantástica, pero al final, lo que nos importa es volver a casa y estar con nuestras familias en Alabama”, dice.

Ahora son unos habituales en los festivales de verano, no importa ni el formato ni la filosofía del mismo, si bien ella tiene una debilidad: el festival de Montreaux en el que tocaron en 2012 y 2015. “Montreaux es una ciudad muy especial, hay muchas historias bonitas sobre ese festival. Me siento muy honrada de que nos hayan invitado dos veces, espero hacerlo más veces en un futuro. Claude Nobs era un hombre maravilloso, construyó algo muy bonito. Tuve la fortuna de conocerle antes de que muriera”, recalca.

A Alabama Shakes les reclaman para que participen en toda clase de actos públicos y privados, tienen gancho, mucho atractivo. Sin ir más lejos, en Lollapalooza Brittany Howard cantó Get back junto a Paul McCartney. “Conocer y tocar con Paul fue maravilloso. Él y su banda me recibieron muy bien. Fueron muy dulces conmigo. Tiene la habilidad de hacer que incluso te olvides que es un Beatle”, explica. También estuvo en la Casa Blanca tocando junto a Steve Crooper y Booker T. Jones Born under a bad sign de Albert King y colaboró con Barack Obama en el homenaje a Ray Charles. “Fue un gran honor. El presidente Obama es una persona muy genuina y generosa. Es un gran amante de la música, es extraordinario y muy emotivo participar en estos eventos. Espero que sea una tradición que continúe cuando él ya esté fuera de esa oficina”, exclama. Que así sea, y que les inviten porque con Alabama Shakes las fiestas son mejores.