Las exportaciones de libros amortiguan la caída del sector
La Feria abre hoy con un moderado optimismo tras siete años de pérdidas. Se prevé una recuperación del 3% respecto al ejercicio anterior
La tormenta perfecta que ha envuelto al mundo editorial español desde 2008 ha tenido dentro otra pequeña que ha contrarrestado su efecto devastador: las exportaciones de libros. Ahora, uno de cada cinco euros de la industria editorial española viene de fuera.
En siete años en los que el negocio interior se ha tambaleado y obligado a su reinvención, el mercado exterior de libros (sobre todo a Latinoamérica) y el sector gráfico (a la Unión Europea) han sido de los pocos que no se han visto afectados por la crisis. Todo lo contrario; no solo ha amortiguado su caída, sino que ha aumentado sus ventas alrededor de un 2,5% en el último ejercicio.
Los principales datos prácticos
Lugar y fecha. La Feria del Libro de Madrid celebra su 75ª edición en el Paseo de Coches del madrileño Parque del Retiro, del 27 de mayo al 12 de junio. Francia es el país invitado.
Horarios. De lunes a viernes: de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.30. Sábados y domingos: de 11.00 a 15.00 y de 17.00 a 21.30. El 1 de junio: de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 22.30.
Expositores. Hay 367 casetas y 479 expositores: 177 editores de Madrid, 147 de fuera de la ciudad, 63 libreros especializados, 56 libreros generales, 26 organismos oficiales y 10 distribuidores.
Inauguración. La reina Letizia inaugurará hoy la feria a las 11.30. Por la tarde, a las 19.30, el escritor y académico libanés Amin Maalouf ofrecerá la conferencia inaugural: Un sillón que mira al mundo.
Ese euro de cada cinco ha caído como agua de mayo para una industria que ha perdido más de mil millones de euros en ese periodo, la tercera parte de lo que facturaba al comienzo de la crisis: de 3.200 millones se ha pasado a los 2.100 millones del último estudio.
Todo indica que la tormenta empieza a amainar. Según los datos previstos de 2015, que se conocerán en junio, las ventas han aumentado en torno a un 3%, la misma ratio de las exportaciones, que pasarán previsiblemente de los 541 millones de 2014 a unos 557 millones en el pasado curso. Está pendiente de confirmar la facturación del comercio de servicios, unos 70 millones más.
Ese es el optimismo moderado con que abre hoy la 75ª Feria del Libro de Madrid. La industria española, la cuarta mayor del mundo, después de las de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, es la tercera en exportaciones, tras Reino Unido y Estados Unidos. Los libros que más se exportan son los de ciencias sociales (16,5%), religión (15%), literatura (13,9%) e infantil y juvenil (13,6%).
“Las ventas al exterior y la expansión de filiales han aliviado el descenso de la facturación, han contribuido a mejorar las cuentas internas de las empresas y han servido para afianzar el mapa de una lengua común a través del libro”, asegura Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) y de la Asociación de Cámaras del Libro.
Liberación de aranceles
Como estrategia, Fernández adelanta que en el próximo Liber, previsto para septiembre, propondrán un documento a las diferentes editoriales y cámaras del libro de España y América que pida a los Gobiernos liberar al libro de aranceles, para luego presentarlo en la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno de 2018.
“El éxito de la circulación de libros depende de los aranceles de cada país y una buena ley o acuerdo facilitaría este mercado entre todos los países”, afirma Reyes Díaz-Iglesias, presidenta de la Feria del Libro y del Gremio de Libreros de Madrid y propietaria de la librería Naos. El problema es que en muchos países hay aranceles que impiden la exportación y buena circulación de las obras, advierte Teodoro Sacristán, director de la Feria. “Se deberían facilitar aspectos elementales como el envío por correo porque el libro impreso es aún mayoritario”, añade Sacristán. A la exportación hay que añadir el aumento del mercado de derechos de autor y una tendencia: la venta de servicios y cursos de formación online y de materias, como las jurídicas, en formatos digitales.
Los motivos de este ascenso y consolidación del mercado exterior español se debe a que cuando empezó la crisis económica y del sector editorial todos vieron una salida en las exportaciones, una ruta ya conocida, pero que reforzaron con mejoras de estrategias, explica Antonio María Ávila, secretario de la Asociación de Cámaras del Libro en España y de la FGEE. A eso se sumó, agrega, “el aumento de esfuerzos, la ayuda de depreciación del euro y el crecimiento económico latinoamericano, sin olvidarnos de que hacemos un buen producto”.
A ello hay que añadir que las editoriales españolas siguen en su proceso de expansión fuera del país. Existen 173 filiales de sellos españoles en 29 países, de las cuales el 82% está en Iberoamérica (142). El principal aliado es México con 29 filiales. Le siguen Argentina (21), que puede mejorar debido al cambio de ley, Chile (13), Colombia (12) y Brasil (10).
Las filiales
El asunto de las filiales es un libro que empieza por ambos lados. Por uno, están las españolas con sedes fuera del país, como las recientes Gustavo Gili, Reverté o Edebé y la histórica Santillana, pionera hace más de cuatro décadas y presente en 22 países. “Desde 2008, América Latina incrementó su participación en los ingresos de Santillana, hasta alcanzar en 2014 un peso superior al 82% del total. Pero en 2015 ya percibimos una recuperación de la facturación española de más de tres puntos”, adelanta Francisco Cuadrado, director Global Educación de Santillana. En el sector educativo, añade Cuadrado, "es fundamental conocer bien los mercados locales y adaptar los contenidos y servicios pedagógicos a las necesidades curriculares y a la idiosincrasia de cada país, de modo que las exportaciones tienen poco peso".
La otra cara del libro de la edición española la ponen los sellos extranjeros, sobre todo latinoamericanos, que tienen sedes en España, de la argentina Adriana Hidalgo a la mexicana Fondo de Cultura Económica (FCE), que no solo vende sus obras en España, sino que edita títulos españoles para exportarlos. “El trabajo en red entre nuestras 10 filiales y la casa matriz mexicana es fundamental; ofrece a sus ediciones un escaparate simultáneo”, cuenta Francisco Ruiz Barbosa, gerente general de FCE de España. Gracias a la activa comunicación entre la Casa Matriz y las diez filiales, dice Ruiz Barbosa, "las exportaciones e importaciones de libros entre la red, han alcanzado números que superan por mucho los ejercicios anteriores. Tan solo la filial a mi cargo (FCE España), desde el 2015 ha exportado más de 30,000 libros, siendo los países a los que más exporta: México, Colombia, Perú y Argentina".
En el horizonte se alzan dos interrogantes: el comportamiento de Argentina que ha cambiado la ley que restringía la importación de libros y la crisis brasileña. Hace dos siglos y medio, Benjamin Franklin, uno de los padres fundadores de EE UU, dijo que “gastar dinero en libros es una inversión que siempre rinde buenos dividendos”.
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