Jorge Drexler y la nueva música

El escritor francés Raymond Queneau (1903-1976) escribió Cent mille milliards de poèmes, un libro en el que cada página era un soneto donde cada verso tenía nueve opciones más por las que se podía intercambiar. Siguiendo los pasos del genio, el cantante Drexler creó en 2012 tres temas articulables para su aplicanción N, que permite al usuario crear sus propias versiones de las canciones, guardarlas y compartirlas.

Para el ganador del Oscar a la Mejor Canción en 2005, las principales revoluciones que estallaron con Internet fueron la necesidad de compartir y de interactuar con los contenidos. Así surgió la idea de crear una app que permitiera al usuario “jugar” con sus canciones. Los temas son dinámicos, cambian conforme el consumidor camina o según pasan las horas del día. Pero también permiten una manipulación directa: cambiando el orden de los versos que, a imagen de los de Raymond, ofrecen múltiples opciones manteniendo siempre el sentido. Así, el público podría haber elegido que Drexler cantara habitación 316 / ni siquiera sé tu nombre; o habitación 316 / cuando despertó en la ventana había ya cambiado la estación.

Jorge Drexler explica cómo funciona su aplicación móvil.

La cantante española Zahara considera, sin embargo, que el mayor favor que las nuevas tecnologías han hecho a sus 10 años de carrera ha sido la difusión. En 2009, tras tener más de un millón de amigos en Myspace, la discográfica Universal se interesó por ella y se hizo cargo de su segundo disco La fabulosa historia de... Su canción Merezco fue cabecera de la Vuelta Ciclista a España y sonó en los 40 Principales, principal cadena de música comercial del país. Todo eso, consiguió situarla en el puesto 99 de las listas de ventas. Un fracaso frente a lo que ella consiguió a través de YouTube y Myspace: llegar al 22.

El colombiano Julián Mayorga se define un “fracaso social online y offline”. Por eso, él aprovecha de Internet la oferta de ideas, experiencias y la conexión entre contenidos que permite al usuario empezar escuchando una canción de Silvio Rodríguez y acabar leyendo sobre la Revolución cubana. “Internet tiene un potencial abrumador (...) donde podemos crear música libre, de verdad libre, que nos corresponda y nos agrupe”, asegura Mayorga.