Veronica Roth: “Los adolescentes saben cuándo les mientes”
La autora de la saga 'Divergente' habla de sus novelas y las adaptaciones cinematográficas
A Veronica Roth solo le queda “plantar un árbol”. La propia escritora (Nueva York, 1988) se ríe al repasar su único fallo. Porque, por lo demás, cumple con todos los requisitos de las habituales listas de qué hacer antes de los 40. Hasta le ha sobrado tiempo: a sus 27 años, ya se ha casado, tiene su casa y ha publicado una novela. Bueno, más bien cuatro. “Siempre quise ser escritora. Aunque no imaginaba que me iría bien tan pronto”, asegura. Y es todo un eufemismo: la creadora de la saga Divergente (RBA),una trilogía distópica para los llamados “jóvenes adultos”, ha vendido millones de copias por el mundo. Incluida España, donde la escritora se encontraba ayer, para promocionar su obra y firmar ejemplares en Madrid.
Con sus cuatro libros, Roth ya tiene la vida resuelta. Básicamente, el sueño de muchos es su realidad. “A la pregunta ‘qué harías si tuvieras todo el dinero del mundo’, siempre respondía: ‘Me dedicaría a escribir”, recuerda. Así que sus seguidores no teman: nada de años sabáticos. “No me gusta descansar o no hacer nada. Si no escribo durante un tiempo me vuelvo cascarrabias”, agrega.
Más que gruñona, la autora se muestra amable, comedida y, sobre todo, enamorada de sus lectores. Como John Green, otro superventas para adolescentes, percibe incluso una responsabilidad especial, ya que sus novelas pueden ser las primeras para muchos niños: “Soy muy dura conmigo misma y a veces me tengo que recordar que, por mucho que critique mi trabajo, no importa, mientras consiga que un chico lea. Cualquier cosa que ayude a crear esa costumbre es buena. Espero por lo menos entretenerlos y mostrarles que los libros son divertidos”.
Desde luego, adolescentes de todo el planeta se han enamorado de su universo. En Divergente, la joven Tris pelea por la paz y por su identidad, en un sistema donde la humanidad está dividida en cinco facciones y los que no encajan, como ella, son atacados. Religión, amor, violencia, madurez y rebeldía se mezclan en un relato que algunos consideran como un hermano menor de Los juegos del hambre y que cuenta, para bien y para mal, con las características típicas de la etiqueta de “literatura para jóvenes adultos”. Por ejemplo, la casi total ausencia de sexo. “No quiero obscenidad en mis páginas”, dijo Roth a The Independent, aunque sus libros sí incluyan asesinatos, traiciones e intentos de violaciones.
Éxito millonario
La saga literaria juvenil creada por Roth se compone de cuatro libros: Divergente, Insurgente, Leal y Cuatro. El último libro incluye varios relatos desde la perspectiva del personaje homónimo, el otro protagonista junto con la joven Tris.
Su ópera prima, Divergente, se publicó en 2011, cuando Roth tenía 21 años y se mantuvo durante 11 semanas en la lista de los libros juveniles más vendidos de The New York Times
La autora ha vendido más de 11 millones de copias de sus libros solo en EE UU, y fue incluida en 2014 en la lista de Forbes de los escritores con más ingresos del año.
Su saga ha sido llevada al cine por Hollywood. El epílogo llegará en 2017, con la segunda película de las dos en las que se ha dividido Leal, el último libro.
El nuevo proyecto de Roth es otra saga de ciencia-ficción para jóvenes en dos libros. El primero se editará en 2017.
Lo cierto es que la autora presume de esta categoría literaria y cree que está “explotando con calidad”. Tal vez por eso ni se plantea cambiar de género. Que algunos adultos la lean no es más que un “agradable accidente”. Pero su público es y sigue siendo adolescente: niños que aguardan horas en la cola por una firma, que lloran al terminar sus novelas y la tratan como una estrella. Una adulación parecida, por otro lado, a la de Roth por J. K. Rowling: “Nunca entendí lo de ser fan absoluta de algo, hasta que leí Harry Potter”.
Tanta pasión tiene también su lado oscuro. Tras reseñas mayoritariamente positivas para Divergente e Insurgente, el cierre de la trilogía, Leal, fue más castigado por la crítica e indignó a muchos lectores por su final. Hubo quien llamó a Roth “traidora”. “Me di cuenta de que no puedes gustarles a todos”, responde ella. “Hay que acercarse a los adolescentes con sincera curiosidad, no con la idea de sacar dinero de ellos. Saben cuándo les mientes o cuando les hablas con profundidad”.
Su respuesta deja una duda legítima. Porque Hollywood olió el taquillazo y llevó enseguida al cine sus novelas. Y del único libro de Leal saca ahora dos películas, una estrategia cada vez más habitual para las majors. ¿No es precisamente una manera de hacer dinero con los niños? “Puede ser. Lo han hecho con muchas sagas. Si el libro no lo pide, es cínico y una operación comercial”. La escritora, eso sí, mantuvo una implicación relativa en los filmes, que ella resume en desearles “buena suerte”.
Ansiedad y fe
Cierta distancia es la que la autora intenta mantener también con el mundo a su alrededor. Más que una voluntad, es lo que le pide su ansiedad. “Fui a terapia muchas veces [le sirvió de inspiración para Divergente], probablemente volveré. Y luego están las medicaciones. Es importante conocer tus límites. Por ejemplo, no puedo atender a más de 500 personas en una cola de firmas. Es duro, porque los fans quieren una conexión emocional que no siempre puedo ofrecer. Pero me ayuda a seguir con el trabajo”, relata. Otras reglas prevén no abrazar nunca un desconocido, no posar para largas sesiones de fotos o intentar reducir la incertidumbre y planearlo todo.
Sea como fuere, no son más que problemas terrenales. Nada comparado con la fe cristiana que Roth cultiva: “Me enseña que hay algo mayor que mis luchas diarias. Me da confianza. Si un libro va mal o bien, si no escribo nunca más, seguiré siendo una persona con un camino”. De momento, esa vía avanza hacia su siguiente proyecto. La fama le ha comprado más tiempo, de ahí que se permitiera “el lujo” de descartar cuatro o cinco intentos de arranque. Y eso que odia “el primer borrador”: “Tienes que dejar que sea imperfecto, porque no puede ser de otra forma, pero con mi perfeccionismo es horrible”. Finalmente, ha apostado por otra historia de ciencia-ficción para jóvenes adultos. Desde luego, no ha sido muy divergente.
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