Andrés Roca Rey y José Garrido lideran la generación del cambio
La gran decepción la han protagonizado los toros, y el punto positivo, la asistencia de público
Las Fallas de 2016 han dejado, sobre todo, una cosa clara: los jóvenes, algunos jóvenes, están decididos a ser el relevo. En un serial calificado de antemano como el de la renovación, se ha puesto de manifiesto que los nuevos matadores de toros pueden ser un punto determinante en el devenir de la nueva temporada. De todos ellos, dos sobresalen: Roca Rey y José Garrido. Ambos han dejado la impronta, pese a su juventud, de matadores sólidos, dispuestos, y con valores añadidos, que hacen de ellos los más firmes candidatos a refrescar el escalafón. La actuación del peruano Rey ha sido, sencillamente, espectacular. La del extremeño Garrido, de una seguridad pasmosa. Junto a ellos se apuntan los nombres de Juan del Álamo, López Simón -aunque a menor nivel que en Castellón- y el valenciano Román, un torero que merecería mayor atención. En un segundo escalón de jóvenes está, sobre todo, el murciano Paco Ureña.
Entre los “veteranos” ha habido de todo. La respuesta de El Juli, en su mano a mano con López Simón, no deja lugar a dudas. Resulta curioso que en los dos mano a mano, el Talavante/Roca Rey se lo haya llevado el joven y en el otro, Juli/López Simón, haya sido el veterano. Si ahora mismo hay un cartel de vis a vis con rivalidad sin cuartel por medio, ese es El Juli y Roca Rey. Uno de los momentos más calientes fue el tercio de quites protagonizado por López Simón y El Juli, la tarde del 18. Fue en el quinto toro: Simón ocupó su turno con un farol de rodillas, dos chicuelinas y una revolera. La réplica de El Juli, rabiosamente estimulado por el joven torero, fue un racimo de lopecinas y dos medias enroscado el capote a la espalda. Fue el momento de la Feria.
Rafaelillo y Manuel Escribano cumplieron con creces con la corrida de Adolfo Martín. El azteca Joselito Adame, herido con mala fortuna ante un toro que ya esperaba las mulillas, tampoco anduvo muy fino. Talavante, sin estar a mal nivel, se vio agobiado por Roca Rey y acusó la ambición del joven peruano. Y Ponce… el valenciano cuajo una faena exquisita, pero ante un proyecto de toro de Núñez del Cuvillo que no dio la talla para plaza de primera, posiblemente uno de los toros de menos trapío del abono.. Tras estas Fallas, ni suben ni bajan Padilla, Fortes, Castella y Manzanares, cumplidores sin más. Y entre los que no dieron nivel, el primero de la lista es Fandiño. El valenciano Jesús Duque acusó falta de recursos, mientras que El Soro, otrora ídolo, también dejó en evidencia su merma física para compromisos de esta determinación. Mención aparte para Cayetano, que anduvo fuera de sitio en Castellón pero, con su primer “juanpedro” de Fallas, sorprendió por la frescura de su toreo, su predisposición, ideas claras y buen hacer. Luego con su segundo, volvió a ser el Cayetano de las dudas.
De los seis novilleros que actuaron, Andy Younes, Álvaro Lorenzo y Ginés Marín suben al pódium. Lorenzo y Marín dejaron la impresión de ser novilleros a los que el escalafón les queda ya pequeño. El francés Younes, que recuerda a su compatriota Castella, fue así mismo una agradable sorpresa.
Entre los 48 toros que se arrastraron, no se encuentra ni uno con nota completa en los tres tercios. Hubo toros buenos, nobles y obedientes en la muleta; así fue el primero de Zalduendo -día 15-; como el quinto de la familia Capea -día 16-; el primero de Garcigrande y el quinto de Domingo Hernández -día 18-; o el tercero de Juan Pedro Domecq –día 20-. También se pueden apuntar un par de toros de Adolfo Martín, nobles. Muy poco bagaje, en fin, en cuanto a toros destacados. La presentación de esos 48 astados fue inmejorable hasta que llegaron los lotes de Garcigrande/Domingo Hernández -día 18-, Núñez del Cuvillo -día 19- y Juan Pedro Domecq -día 20-. De todos ellos, los de Núñez del Cuvillo no llegaron a los mínimos presuntamente establecidos para una plaza de primera. En las otras, la presentación fue muy desigual. La falta de fuerza, sobre todo, y la mansedumbre, han sido las notas más destacadas en sentido negativo de los toros. Un dato al respecto y muy significativo: el jurado oficial de la Diputación ha declarado desierto el premio al mejor toro de la feria.
Un éxito sin duda ha sido la asistencia de espectadores en líneas generales. Hubo aforo completo el día 18, mientras que el 13, 17, 19 y 20 se rozó el lleno. Buenas entradas los días 11, 12, 15 y 16, y en la novillada del día 14 se registró la afluencia más pobre del abono. En la de rejoneo, con triunfo incontestable de Andy Cartagena, también hubo una gran entrada.
La feria tuvo su gran punto de atención mediática en la espectacular manifestación a favor de los toros que se celebró a primeras horas de la tarde el domingo 13 de marzo. Hubo una importante presencia de las principales figuras actuales, junto a matadores retirados, ganaderos, empresarios, aficionados de toda España y una amplia representación de los defensores de los “bous al carrer”, tan importantes en la Comunitat Valenciana. El manifiesto que cerró la concentración fue leído por Enrique Ponce desde una de las balconadas de la plaza de toros.
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