Carlos Piñana vuela en libertad con su nuevo disco

El guitarrista flamenco Carlos Piñana (Cartagena, 1976), en estos momentos uno de los más internacionales en su género, siempre ha desbordado en su sonanta los límites, a veces artificiosamente estrechos, de toda ortodoxia. No podía ser de otra forma en alguien que como él tuvo una formación clásica y, en paralelo, bebió en el seno de su familia las más íntimas esencias tradicionales, tanto en su padre (el guitarrista flamenco Antonio Piñana) como en su abuelo Antonio, cantaor considerado el gran patriarca de los cantes mineros.

Pero en su nuevo disco, De la raíz al alma, que acaba de presentar en su propia tierra después de hacerlo en otros países, vuela definidamente fuera de todo control, con absoluta libertad. Como explica el experto Norberto Torres en la carátula del disco: su doble formación "le permite también romper fronteras culturales entre géneros, entre binomios ya caducos, como lo culto y lo popular, lo clásico y lo informal, de tradición oral y escrita, y tener las manos libres para moldear con toda libertad su forma personal de entender y expresar el hecho musical hoy".

De hecho, los músicos que le han acompañado en este nuevo disco —tras una intensa trayectoria que comenzó, significativamente, hace más de quince años con El cuidado de una esencia— vienen de formación y orígenes muy diferentes, incluido el flamenco, claro.

Flamenco, jazz, ritmos orientales, pop, música clásica, son algunos intereses que siempre han estado entre las cuerdas de su guitarra. El caso del orientalismo es especialmente remarcable, no en vano ha realizado largas giras junto a músicos y cantantes árabes, entre quienes está considerado un verdadero maestro y en cuyos países, desde Marruecos a Egipto o Jordania, el público lo venera. Francia, Italia, Reino Unido, Estados Unidos,Polonia, son otros países en los que actúa con frecuencia.

"El flamenco siempre está dentro de mí, es mi raíz primigenia y principal, pero no puedo olvidar ni mi formación clásica ni el hecho de que soy músico y que me conmueven igualmente otros sonidos que he querido unir ahora en este disco", explica el guitarrista. Una grabación que Piñana describe como "apasionante", pues asegura que había sonidos que estaban como dormidos dentro de él y que ahora han ido surgiendo de manera natural, "algunos espontáneamente, durante la propia grabación".

En De la raíz al alma han participado Miguel Ángel Orengo (percusión), Rainer María Zhetbauer (guitarra clásica) y Francis Ligero, Agustín Garnés y Alejandro Villaescusa (coros y palmas). Durante la presentación en el Auditorio Víctor Villegas de la Region de Murcia le acompañó también la sección de cuerda de la Orquesta Sinfónica de Murcia, dirigida por César Álvarez.

"Es un disco muy guitarrístico, estoy orgulloso de este trabajo, creo que va a llegar tanto al público entendido como al que no lo es", concluye Carlos Piñana.