La soledad del pájaro azul
El taiwanés Hou Hsiao-hsien propone en su último trabajo su particular apropiación de los códigos del 'wuxia'
Extirpada de su entorno familiar y educada por una monja en el arte de matar, Yinniang, tras haberse compadecido de sus objetivos en una misión anterior, recibe como castigo el encargo de liquidar a su primo y lejano amor de infancia, gobernador militar bajo las convulsas luchas, tanto intestinas como centrífugas, de la dinastía Tang. A partir de un relato popular del período centrado en esta historia, el taiwanés Hou Hsiao-hsien propone en The Assasin su particular apropiación –que no transgresión- de los códigos del wuxia, a través de un riguroso y preciosista planteamiento formal que, al mismo tiempo que entronca con su coherente y radical poética cinematográfica, toma el aislamiento y la mirada infiltrada, acechante y camuflada de su trágica heroína como clave determinante del conjunto.
THE ASSASSIN
Dirección. Hou Hsiao-hsien.
Intérpretes: Qi Shu, Chen Chang, Satoshi Tsumabuki, Shao-Huai Chang, Nikki Hsin-Ying Hsieh, Ethan Juan, Zhen Yu Lei, Fang Mei, Dahong Ni, Fang-yi Sheu.
Género: drama. Taiwán, 2015.
Duración: 105 minutos.
Riguroso heredero del realismo baziniano con su portentosa capacidad para capturar el fluir del tiempo y convocar el azar revelador mediante largas tomas y una concienzuda fusión de sus personajes en el espacio, Hou coloca –y, en cierta medida, condena- al espectador a la misma posición que Yinniang se ve obligada a ocupar en su propia historia: oculta tras suntuosos laberintos de seda, en las zonas marginales de ese relato que ha sido encomendada a alterar… En el polo opuesto de la espectacularidad coreográfica –y algo folclórica- del modelo Zhang Yimou, The Assassin establece una premeditada tensión entre el valor subyugante de sus imágenes –forjadas a partir del erudito conocimiento de la tradición pictórica de la dinastía Tang- y la densidad de un relato a la espera de ser liberado –y descifrado- de la opaca jungla de oro de su formalismo.