Dalí promociona Cataluña en China

‘El legado del surrealismo en la China contemporánea’. Ese es el tema que desarrolla la ambiciosa exposición que se ha inaugurado hoy en Shanghái, una ciudad en la que Salvador Dalí se ha convertido en protagonista absoluto. No en vano, la concurrida calle Huaihai de la capital económica de China ha visto cómo en una de sus aceras ha crecido un extraño jardín con la estética del artista catalán, mientras que un ejército de gigantescas hormigas de colores se ha apoderado del centro comercial K11, el inusitado escenario de una muestra doble que indaga en la relación que Dalí mantuvo con los medios de comunicación y en la influencia que ha ejercido su obra sobre los nuevos creadores chinos.

“El objetivo es dar a conocer la figura de Dalí en China y crear un puente bidireccional con este país para que nosotros también podamos aprender sobre cómo nos ven en China”, explica a EL PAÍS el director de la Fundación Gala Salvador Dalí, Juan Manuel Sevillano. “La idea de llevar a cabo una exposición complementaria, con dos comisarios diferentes, fue del presidente del K11, un centro comercial que ha retomado la tradición japonesa de los ochenta y posee instalaciones expositivas a la altura de las mejores del mundo”. Sevillano se adelanta a las posibles críticas y justifica la elección del espacio: “Nos permite acceder a un público muy diferente, que no tenía intención de visitar la muestra y que se ve atraído por ella. Queríamos volver a Shanghái, 14 años después de la primera exposición de Dalí en China, con una muestra innovadora, y K11 es una plataforma alternativa muy interesante”.

La exposición ‘Media-Dalí’ incluye 240 obras diferentes, entre las que abundan portadas de revistas y de periódicos y entre las que se encuentran 16 de primer orden, incluidos óleos producidos entre 1940 y 1948 como ‘La nariz de Napoleón transformada en mujer encinta paseando su sombra melancólica entre ruinas originales’. “Queremos explicar tanto el polifacético personaje de Dalí como su creación artística. Lo vemos muy bien a través de las revistas, desde el diseño de cubiertas o la ilustración de artículos, hasta la creación de una revista total que es Dalí News”, explica Montse Aguer Teixidor, directora de estudios dalinianos y comisaria de la exposición. “Luego mostramos 12 óleos muy importantes de su período americano, uno de los más importantes del artista, en el que podemos ver su paso por diferentes estilos, desde el surrealismo hasta el estilo místico nuclear”.

En cualquier caso, la de la Fundación oficial de Dalí no es la única muestra sobre el artista de Figueres que estos días pueden ver los residentes de Shanghái. En la zona del Bund se ha inaugurado otra con gran polémica, ya que no cuenta con el visto bueno de la organización que dirige Sevillano, y que cuenta con los derechos sobre las obras de Dalí. “Han llevado a cabo una molesta campaña promocional basada en la polémica que ha alentado una sola parte utilizando medias verdades. Nosotros no queremos alentar esta publicidad y tomaremos las medidas jurídicas que creamos convenientes”, zanja.

Este agrio caso es una buena muestra de la dificultad que plantea el mercado chino. No obstante, la Fundación Gala Salvador Dalí asegura que ha vuelto a China para quedarse. “Ahora estamos preparados”, afirma Sevillano. “Hemos puesto en marcha nuestra página web en mandarín, estamos en proceso de editar las obras escritas de Dalí en ese idioma, y estamos trabajando en la creación de una nueva exposición que ha surgido desde que hemos llegado. Además, nos gustaría colaborar con las Autoridades en la gestión de los derechos de propiedad intelectual de artistas plásticos aprovechando nuestra experiencia en su defensa por todo el mundo”.

Aunque la exposición inaugurada hoy es fruto de más de un año de trabajo, ha querido “una agradable casualidad” que coincida en el tiempo con la primera Semana de la Cultura de Barcelona y Cataluña. Es una iniciativa organizada por el Instituto Catalán de China con motivo del 10 aniversario de la organización, que en sus inicios fue el Casal de Shanghái, y coincidiendo también con el 15 aniversario del hermanamiento de Barcelona y Shanghái. “Queremos promover tanto la cultura como el diseño catalanes con más de 30 eventos que celebran el talento y el arte de Cataluña”, explica Alexis Roig, presidente de este Instituto que aglutina a los cientos de catalanes que residen en Shanghái y no tiene ánimo de lucro.

Entre el 1 y el 7 de noviembre se celebrarán todo tipo de actividades -gratuitas con las excepciones de las exposiciones de Dalí y de Miró-: desde los tradicionales castells, hasta conciertos, pasando por muestras de gastronomía, arte y diseño. Lo único que no tendrá cabida es la política. “Estamos financiados únicamente por los socios y por empresas asociadas, pero no con dinero público. En el caso de esta Semana sí que hay representación del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat de Cataluña, lo mismo que lo hay por parte de las autoridades de Shanghái, pero no hay ningún tipo de manifestación política, algo que parece interesar mucho a los chinos, y tratamos de evitar el tema. Es una celebración cultural sin ideología alguna”, concluye Roig.