Erri De Luca, absuelto tras llamar al sabotaje del tren italiano TAV
El Tribunal de Turín ha considerado este lunes que "no existe delito" en pedir evitar por la fuerza que se perforaran montañas
El escritor napolitano Erri De Luca (1950) ha sido absuelto tras llamar al sabotaje de las obras del tren de alta velocidad entre Turín y Lyon. La Fiscalía había pedido para él ocho meses de prisión, pero el Tribunal de Turín ha considerado este lunes que "no existe delito" en las declaraciones que hizo en septiembre de 2013 al diario digital HuffingtonPost y a la agencia italiana de noticias Ansa. Pedía evitar por la fuerza que se perforaran unas montañas del valle de Susa [noroeste de Italia] "repletas de amianto" para construir un largo túnel.
"El TAV ha de ser saboteado. Para eso precisamente sirven las cizallas: son muy útiles para cortar las verjas. Las mesas de negociación del Gobierno han fracasado. El sabotaje es la única alternativa”, son las palabras que pronunció. La construcción fue asaltada varias veces por activistas que querían preservar la zona y la empresa francesa LTF, constructora de la línea de alta velocidad, se querelló contra De Luca y le hizo responsable de los ataques.
A la lectura de la absolución siguieron aplausos y gritos de alegría. De Luca había entrado al Tribunal convencido de que "la línea de alta velocidad se sabotea en legítima defensa del suelo, el aire y el agua", afirmó a su llegada.
El autor de "La palabra contraria" y "Los peces no cierran los ojos" entendía que su caso era "una prueba de la voluntad de censurar las palabras". Tras conocer la sentencia, el escritor ha defendido que no es una victoria personal, sino el triunfo de la legalidad. "Esta sentencia corrobora que el artículo constitucional sobre la libertad de expresión está en vigor. Como ciudadano de este país, no podría haber permitido que ninguna sentencia recortara mis derechos. Ahora vuelvo a ser uno más y el Valle de Susa continúa siendo una cuestión que me preocupa", ha añadido.
La historia se remonta a hace más de diez años. Erri De Luca, convertido en escritor de éxito, se enteró de que la policía había atacado un campamento de activistas del grupo No-TAV y les apoyó con su "presencia física y con la palabra". Tras conocer la querella contra él, escribió un "panfleto político" titulado La palabra contraria en el que explicaba las “razones cívicas” para el sabotaje.
Antiguo albañil y conductor de vehículos de apoyo durante la guerra de los Balcanes, De Luca formó parte del grupo de extrema izquierda Lotta Continua a finales de los sesenta. Siempre defendió que la labor de un escritor es dar voz a quienes no la tienen y que el sabotaje es la única respuesta que les queda a los habitantes del valle afectado.
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