_
_
_
_
CRÍTICA | ADOLESCER 2055
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

En la flor de la edad

Una distopía para y sobre adolescentes, interpretados por sus pares

Javier Vallejo

El teatro para adolescentes florece. Tras la aparición feliz de La Joven Compañía, surge ahora también en Madrid Primera Toma, grupo de chavales de entre 13 y 19 años, formado admirablemente, por lo que puede verse, en la escuela del mismo nombre. Teatro para jóvenes, pues, interpretado por sus pares, bajo la dirección de profesionales de larga trayectoria. Adolescer 2055 pone en escena una distopía: en ese año, las diferencias de renta se han agudizado, las calles son escenario de agitación continua y en el primer mundo hay decenas de miles de niños en centros de acogida, esperando una oportunidad. Una narradora, interpretada con un peso escénico inimaginable en una chica de 14 años (y con la dicción de quien lleva ya una década haciendo doblaje de dibujos animados), pone al público en antecedentes, presenta al resto de los personajes y corta la acción a la brechtiana manera con una frecuencia que cabría reducir, para dar más tiempo a que fluya abundantemente la orgánica interpretación de sus compañeros.

Adolescer 2055

Autor y director: Roberto Santiago. Intérpretes: Ester Expósito, Alberto Pradillos, Raquel Güemes… Madrid. Teatro Maravillas, los domingos hasta el 25 de octubre.

Roberto Santiago, autor y director del espectáculo, pone a sus protagonistas en una situación muy de Gran Hermano y sus secuelas: una pareja interesada en adoptar a un niño somete a seis chavales a un proceso de autoselección, que les pondrá al cabo en estado crítico, con consecuencias funestas. Buen planteamiento, para un desenlace demasiado rápido e insuficientemente justificado. Con una sencillísima pero expresiva escenografía compuesta por media docena de sillas de diseño, en rotación continua, Felype de Lima crea un clima inquietante, a la altura de las circunstancias, en combinación con la luz de candilejas con la cual Paco Ariza intenta compensar las limitaciones luminotécnicas que los teatros de programa doble ponen a la función programada en horario peor. El ramillete de interpretaciones frescas pero reposadas de Gonzalo Lumbreras, Paula Bueno, Belén Delgado, Alberto Pradillos, Raquel Güemes y Ester Expósito (otro elenco se turna con este, que se estrenó el domingo pasado) da para más de lo que permite el punto final un tanto precipitado que le pone Santiago a su función.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_