Alfredo Aracil y María José Montiel, Premios Nacionales de Música 2015
El jurado alaba la versatilidad de la mezzosoprano y la sutilidad poética del compositor
Dos creadores muy diferentes, un compositor recluido en el silencio y una exuberante mezzosoprano que tiene como papel predilecto la cigarrera más descarada a la que puso música Bizet. Ambos han resultado unidos por los Premios Nacionales de la Música, concecidos ayer El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Y ambos, la mezzosoprano María José Montiel y el compositor Alfredo Aracil, recibieron, tan sorprendidos como felices, el máximo galardón español para compositores e intérpretes.
María José Montiel es una mezzosoprano madrileña a la que el jurado alaba no solo por su versatilidad y por la construcción a lo largo de su carrera de un repertorio amplio y variado, sino también por su apuesta y recuperación del repertorio musical español. “Recibo el premio como un reconocimiento a una carrera de 25 años con una vocación desde niña. Un premio a mi amor y devoción al teatro y a la música”, explica. Curtida en la Escuela Superior de Canto de la capital, su Carmen se ha convertido en un papel fetiche que ha paseado por los teatros de ópera más importantes de Europa, China y Japón en los últimos dos años.
La mezzo ha ido conquistando en los últimos tiempos a importantes directores de orquesta con los que ha colaborado, como Riccardo Chailly o Zubin Mehta. Ha cantado también a Falla y a Moreno Torroba, en su apuesta por llevar al extranjero el patrimonio musical nacional. “Desde que tenía 19 años he introducido la música española en mis recitales. Un legado tan importante como el de los músicos españoles, incluyendo a los que siguen creando hoy, hay que defenderlo. Me siento muy orgullosa de ser una embajadora de la música de mi país”, asegura la cantante por teléfono.
El compositor madrileño Alfredo Aracil, de 60 años, ha pasado por las manos de grandes maestros que están inscritos en los libros de la Historia de la Música, como Carmelo Bernaola, Cristóbal Halffter, Luis de Pablo, Iannis Xenakis y Karlheinz Stockhausen. “Cuando uno aprende de todos se encuentra a sí mismo, lo que necesita. Recuerdo cuando en 1974 volví de estudiar con Stockhausen y regresé a España incluso enfadado. Pero pasaron los años y, en los noventa, entendí todo aquello que había querido transmitirme”, cuenta. Aracil, también licenciado en Historia Del Arte, destaca por la creación de una música que dialoga con el resto de las artes en un acto de multidisciplinariedad a través de una modernidad impregnada de poesía.
Dentro de su carrera, ha sido intérprete además de compositor, programador cultural en instituciones tan importantes como el Festival de Música y Danza de Granada, conferenciante en varias universidades y en la actualidad sigue componiendo. Un ejemplo es su ópera sin voces Siempre/Todavía para piano solo que se estrenará el 15 de octubre en Navarra, 40 años después de que su primera obra sonara en un auditorio. Este premio lo considera un aviso. “Ya hace bastantes años que decidí apartarme del mundanal ruido para componer, pero que ahora me llamen a la puerta para valorarme es un aviso para que me ponga las pilas y no me relaje”, sentencia.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.