Indultado un bravo novillo de Fuente Ymbro, lidiado por Joaquín Galdós

El novillero peruano Joaquín Galdós indultó al tercer novillo del festejo celebrado ayer, miércoles, en Arnedo (La Rioja), de nombre ‘Esmerado’, el mejor de un extraordinario envío ganadero de Fuente Ymbro, y con el que Alejandro Marcos emocionó con su concepto de torero, lo que le permitió salir también a hombros.

Con un tercio de entrada, se lidiaron novillos de Fuente Ymbro, discretos de presentación, excepto el quinto, más aparente, encastados y con codicia, de emocionante comportamiento en conjunto, sobre todo el tercero, de nombre ‘Esmerado’, número 63, negro listón de capa y nacido en septiembre de 2011, que fue indultado.

Varea, silencio tras aviso y ovación tras aviso; Alejandro Marcos, oreja y oreja, y Joaquín Galdós, dos orejas simbólicas y silencio tras aviso.

Marcos y Galdós salieron a hombros acompañados por el mayoral de la ganadería.

A Galdós le tocó la lotería con su primer novillo, ‘Esmerado’ de nombre, un torrente de embestidas prontas, bravas y con mucha clase, con el que el peruano estuvo sensacional. El torero protagonizó una faena de ritmo creciente, como la codicia del novillo, que siempre fue a más. Galdós no se cansó de exprimirlo por uno y otro pitón con gusto y torería, siempre con la mano baja y templando muy bien.

El público pidió el indulto de tan bravo animal, que, con setenta muletazos recetados, aún seguía respondiendo, incansable en sus embestidas. Finalmente, el presidente sacó su pañuelo naranja para que ‘Esmerado’ volviera con vida a los corrales y Galdós paseara las dos orejas simbólicas.

El sexto fue el novillo menos lucido del envío por su tendencia a salir siempre huido de los engaños. Galdós se mostró con intermitencias, en una labor que nunca llegó a despegar.

El salmantino Alejandro Marcos sorprendió y gustó mucho a la afición arnedana en su primera faena ante un novillo encastado, con el que estuvo muy torero, con mucho gusto y relajo. Lo mejor surgió al natural, con tandas de hasta seis muletezos y el de pecho, hondas y muy reunidas, de exquisita factura. Una faena, por tanto, de interesante estructura, también bien medida, y que le valió una oreja.

Al quinto le cuajó un buen recibo capotero. Brindó al público, y pronto se comprobó que el novillo tenía una gran codicia, encastado y exigente. Marcos estuvo otra vez muy bien, y evidenció nuevamente el buen concepto que atesora en una labor de mucho mando y asiento. Cortó otra oreja, salvoconducto para la puerta grande.

Varea fue testigo de piedra en la tarde. Su primero se quedaba cortito y, aunque anduvo vistoso con el percal, no pasó de correcto en la muleta en una labor que apenas caló en el tendido. Otra vez brilló el castellonense en el toreo de capa al cuarto, un gran novillo, con el que Varea se fue diluyendo a medida que se vio desbordado por las emocionantes acometidas de su oponente.

Jesús Duque, herido en Morelia

El diestro español Jesús Duque resultó herido al recibir una cornada limpia en el muslo derecho en la tradicional corrida por el natalicio de José Moría Morelos en la Monumental de Morelia, en el estado mexicano de Guanajuato, mientras que los locales Uriel Moreno El Zapata y Alfredo Gutiérrez se repartieron seis orejas y salieron a hombros.

Con media entrada, se lidiaron seis toros de Corlomé, bien presentados, bravos para el caballo y con buen estilo.

El Zapata, que obtuvo en el primero de sus astados una oreja, con el segundo de sus toros obtuvo dos orejas y recibió otra oreja del sexto toro, que mató en lugar de Jesús Duque. Por su parte, Gutiérrez, que estuvo muy bien, fue premiado con dos orejas, una por cada toro que lidió.

El diestro español, Jesús Duque, que recibió palmas en su primero, fue cogido en el sexto toro, aunque la cornada, al parecer, es limpia de unos 10 centímetros.