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“Un premio significa que te toman en serio”

El escritor zaragozano Ignacio Martínez de Pisón gana el Nacional de Narrativa por su novela ‘La buena reputación’

Ignacio Martínez de Pisón, en abril de 2014, en una barbería de Barcelona.
Ignacio Martínez de Pisón, en abril de 2014, en una barbería de Barcelona.GIANLUCA BATTISTA

“Cuando era joven a lo que aspiraba era a que me publicaran, que mis libros fueran aceptados por los editores y por los lectores, ahora, después de 30 años escribiendo y cuando has llegado a los 50, un premio significa que te están tomando en serio”.

La ironía se le escapaba al escritor Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960), flamante Premio Nacional de Narrativa 2015 por la novela La buena reputación (Seix Barral). “Escribir es un trabajo en solitario y cuesta saber si gusta o no lo que haces, por eso es agradable recibir un premio y saber que hay un grupo de personas que piensan que la novela no está del todo mal”. El jurado —integrado por representantes académicos, críticos y el sector literario— ha considerado que la novela es “un retrato del mundo judeo-español en Melilla en la época del Protectorado y el complejo desarrollo de una red de relaciones familiares en el marco de un relato extenso muy fiel a la tradición novelesca”, según un comunicado del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

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“El premio no lo da el Gobierno. La elección es de críticos, académicos y escritores que representan a los ciudadanos. Y no, no pienso rechazarlo aunque sea muy crítico con el papel del Gobierno, especialmente porque ha abandonado a los escritores por su inacción contra la piratería que, para los que vivimos de los derechos de lo que escribimos, es un robo directo”.

La buena reputación cuenta el devenir de una familia —el padre judío sefardí— en la Melilla de la época del Protectorado y su recorrido vital hasta la Transición, que incluye su marcha de la ciudad a Málaga y Zaragoza.

Decía Pisón que el premio le ha sorprendido porque después de estar tres años “conviviendo” con la familia protagonista de La buena reputación —el tiempo que le costó escribir la novela—, el reconocimiento le ha llegado cuando está inmerso en otra familia, sobre la que girará su próxima novela. La historia se desarrolla en Madrid y Barcelona y trata de “un pobre hombre que se gana la vida imitando a Demis Roussos”, avanza. El otro trabajo que está preparando se centra en un estafador austríaco que intentó engañar a Franco y fue deportado a Alemania en 1946.

La buena reputación aborda la huida de los judíos en la España franquista, un éxodo de miles de personas —fueron unos 25.000— que, aunque con otros protagonistas, es completamente vigente: “Está claro que en la historia se repiten parecidos errores. Ahora es el drama de los refugiados de Siria, en la misma Melilla hay una valla levantada inimaginable en la época que refleja la novela premiada— y eso demuestra que en el sueño de la Europa hay muchas cosas que corregir. Deberíamos recuperar los principios por los que se creó la Unión Europea”.

Y la cuestión identitaria está muy presente en parte de los personajes —empezando por uno de los protagonistas, el judío sefardí Samuel, el padre de la familia que ayuda a decenas de personas para redimirse por su colaboracionismo anterior con Franco— que se ven envueltos en el proceso de marcha —más bien huida— de Marruecos hacia el recién nacido estado de Israel. “La identidad es algo que está unido a nuestra propia biografía sentimental, no hay que mezclarla con nada más. Y creo que los sentimientos patrióticos exaltados son malas compañías, no son normales en una sociedad sana. A mi me gustaría que la sociedad catalana al igual que la española renunciara a esa parte emocional. Es verdad que las identidades son peligrosas porque exacerban un discurso que tiende a elegir a unos y expulsar a otros, dejarlos fuera y me parece que ese es un peligro que se está corriendo ahora”, afirmaba sin ocultar su contrariedad al proceso soberanista que vive Cataluña. El escritor no quiere imaginarse una Cataluña independiente: "Si ahora está todo lleno de banderas, no quiero ni pensar cómo estaría si se declara la independencia".

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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