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Entrevista:Ignacio Martínez de Pisón

"Soy un escritor realista, y me encanta"

María tiene entre 16 y 17 años al empezar la novela y, a la muerte del padre, se hace responsable de la familia. Veremos poco a poco cómo siente la tristeza de verse obligada a vivir una vida distinta de la que le corresponde. Carlota, dos años menor, es convencional e influenciable. Paloma, 13 años, busca las respuestas en la literatura. Las tres hermanas protagonizan El tiempo de las mujeres (Anagrama), una historia sobre la pérdida de la inocencia, la infelicidad, el secreto, que transcurre en Zaragoza a finales de los setenta y principios de los ochenta.

Es una novela amarga, pero llena de humor. La mejor y más extensa que ha escrito hasta ahora Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960).

"El novelista no tiene que ser brillante; tiene que tener el don de la narración"
"No me parece bien que el escritor sea más listo que la novela. La inteligente debe ser ella"

PREGUNTA. ¿Cuál de las tres hermanas prefiere?

RESPUESTA. Paloma. Es la que tiene una historia más coherente. La creé para ocupar huecos y fue creciendo como personaje. Es la única que tiene un discurso propio. María, el personaje que me interesaba más, está desbordada, y Carlota es muy convencional; necesita de alguien que le diga lo que ha de hacer.

P. Las tres tienen muchos secretos, como en Hanna y sus hermanas.

R. Es fácil reconocer la presencia de Woody Allen en esta novela. El lector sabe lo que dice cada una de las hermanas y lo que ocultan, es el único que tiene toda la información.

P. Como en la película de Allen, también hay mucho humor.

R. Me proponía hacer una novela de humor. Basta ver cómo empieza: cuatro mujeres atolondradas y sin carnet de conducir llevando un coche, pero luego...

P. Es una novela amarga.

R. Es una historia sobre la pérdida de la inocencia. Tras la muerte del padre, las tres hermanas pasan de la infancia a la madurez muy deprisa, son mujeres hechas demasiado pronto. Trato de explicar cómo afrontan una realidad para la que no están preparadas y que está diseñada por hombres.

P. ¿Es una novela feminista?

R. Quizá la pequeña metáfora del libro es la lucha por la equiparación con el hombre. En los años setenta, las mujeres tenían muchas desventajas, pero el viaje hacia la igualdad es imparable.

P. La hermana pequeña lee a Pasternak, Jane Austen, Nabokov, Stendhal...

R. Aprende de la vida a través de la novela. Paloma carece de interlocutor y busca instrucciones en la literatura. Acaba sabiendo del alma humana más que sus hermanas. La literatura te hace mejor y ella es moralmente superior.

P. Paloma habla de literatura, de escritura, de autores. ¿Metaliteratura?

R. La palabra metaliteratura me gusta muy poco. Yo hablo de la vida, no de la novela; hablo de una chica que descubre la vida a través de la literatura. Traslado tal cual el caos desestructurado que es la vida a la novela.

P. Trató ya de la familia en su primera novela, La ternura del dragón, y luego en Carreteras secundarias, en María bonita y en El fin de los buenos tiempos. ¿Es su obsesión?

R. Creo que es el gran tema de la literatura. Siempre estoy hablando de padres e hijos, de la iniciación, quizá porque es el único asunto que tengo al alcance, que conozco bien.

P. ¿Y los sentimientos? También habla de ellos en El tiempo de las mujeres.

R. Los sentimientos no son un material literario de primera categoría, son sospechosos, porque la televisión comercia con todo y las malas películas juegan con el sentimentalismo. Utilizo una prosa austera y sobria para no caer en el sentimentalismo.

P. Pese a la aparente ligereza, es una novela densa y profunda.

R. No hay pensamiento en ella. No me parece bien que el escritor sea más listo que la novela, la inteligente debe ser ella. El escritor no puede introducirse en la novela; las reflexiones que aparecen no son mías, son de los personajes. No hay opinión del escritor, aunque comparto algunas de las que se expresan.

P. En más de una ocasión se ha definido usted como un contador de historias, ¿qué opina del mestizaje de géneros tan en boga?

R. No es nada nuevo. En Del amor, Stendhal ya mezclaba ensayo, autobiografía y narración. Reivindico el placer de contar historias. Luchar contra el aburrimiento es la primera misión de la narrativa y me siento afín a esta tradición. Después de tantos años, he descubierto que soy un escritor realista y, me encanta. El novelista no tiene que ser especialmente brillante; tiene que tener el don de la narración y comprender a los personajes. Muchos escritores miran por encima a sus personajes, con altivez.

P. Y usted los mira con mucho cariño.

R. Tengo un compromiso con mis personajes, la mayor comprensión posible; siempre estoy a su lado, incluso cuando se equivocan.

Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960).
Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960).MARCEL.LÍ SÁENZ

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