Un millón de dólares por pensar
El centro del Instituto Berggruen, con asesores como Bell, Sen o Fukuyama, promueve un premio a intelectuales influyentes y otorga becas para conocer otras culturas
Detrás de las palabras que dan forma a la política hay culturas, filosofías de vida que explican todos los matices de su significado. Comprender la cultura del otro es necesario, no para hablar, sino para entender de qué se habla. Esa es la idea fuerza del nuevo Centro de Filosofía y Cultura dentro del Instituto Berggruen, que estudia claves de la gobernanza global. Una que surgió durante los seminarios de gobernanza que organiza periódicamente el citado instituto, auspiciado por el financiero Nicolas Berggruen.
"Nos dimos cuenta de que en muchas ocasiones compartimos los mismos términos pero no hablamos de las mismas cosas, los entendemos de manera distinta en distintas culturas", afirma por teléfono Dawn Nakagawa, su vicepresidenta ejecutiva. Esa realidad se acentúa cuando la conversación global es en inglés, que muchas veces es el segundo idioma de todos los que hablan. "Puedes ver que hay una separación entre los interlocutores" aunque utilicen las mismas palabras, razona Nakagawa.
El centro de estudios, con sede en el Instituto Berggruen en Los Ángeles, nace para investigar y definir esas diferencias culturales. Nagakawa pone como ejemplo el trabajo del filósofo y lingüista Heinz Wismann, autor de Pensar entre las lenguas. Recuerda cómo en una conferencia del instituto, Wismann explicaba el distinto significado en alemán y francés de dos términos: solidaridad y deuda. "Explicó las distintas raíces de esas palabras en esas dos culturas. Los políticos que estaban en la habitación se dieron cuenta de que estaban entendiendo cosas distintas de esas palabras". El Instituto Berggruen decidió que debía profundizar en el estudio de las diferencias culturales para tener un diálogo global productivo.
Además de ofrecer talleres de intercambio de ideas, el Centro de Filosofía y Cultura quiere otorgar un premio anual de filosofía dotado con un millón de dólares para reconocer a individuos cuyo pensamiento ha influido en el mundo. Se premia a toda una carrera y se basa en el impacto de las ideas en la forma de vivir. La organización espera presentar el primer premio en otoño del año que viene. El galardón está abierto a la política y las ciencias sociales y entiende la filosofía en el "sentido amplio" de pensamiento que tiene un impacto en la humanidad, explica Nakagawa.
Convivir
Pero el verdadero corazón del proyecto, afirman sus responsables, es un programa de becas que dará la oportunidad a pensadores de estudiar y vivir en universidades de China, Estados Unidos y Reino Unido. En el programa, de ámbito global, participan entre otras las universidades de Harvard, Stanford, Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Universidad de Nueva York, Cambridge, Tsinghua y la Universidad de Pekín. Los primeros seis seleccionados comienzan este septiembre un año de estadía en Stanford, California, y el próximo vivirán en universidades chinas.
El Centro Berggruen de Filosofía y Cultura está dirigido por Daniel Bell, profesor de ética y filosofía política en la Universidad de Tsinghua y especialista en las relaciones de China con Occidente. Cuenta en su Consejo Asesor con una treintena de personas entre las que están Jacques Attali, expresidente del Banco Europeo de Desarrollo, los pensadores Francis Fukuyama y Timothy Garton Ash, los ex primeros ministros Mario Monti y Kevin Rudd, el premio Noble Amartya Sen o el periodista Fareed Zakaria. El Instituto Berggruen fue creado en 2010 como un centro de estudios independiente y no partidista y en él participan personalidades de la política y la empresa de todo el mundo.
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