Robadas 45 piezas mal vigiladas del museo de Bellas Artes de Valencia
Los ladrones aprovecharon las obras de reforma para sustraer medallas conmemorativas, monedas y esculturas pequeñas
Saltaron la tapia que separa el perímetro del Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia de los jardines de Viveros en la madrugada del lunes. Esperaron a que el vigilante que hacía la ronda se alejase y, con las propias herramientas que se utilizan en las obras de ampliación del museo, descerrajaron la puerta del almacén del pabellón Benlliure. Una vez dentro rompieron tres vitrinas y se llevaron 45 piezas de valor histórico y pequeño tamaño —tallas de madera, monedas, medallas conmemorativas— fáciles de transportar y propiedad de una de las pinacotecas más importantes de España.
No hay imágenes del asalto porque, según explicó la Consejería de Cultura, los anteriores gestores del PP decidieron desconectar la cámara de vigilancia que enfocaba el acceso al almacén al iniciarse unas obras de ampliación. Ahora la Policía intenta atrapar a los ladrones a través de las huellas encontradas, y confía en que, tarde o temprano, los objetos robados aparecerán en algún rastro o alguien intentará venderlos a un anticuario.
Se trata de tres pequeñas esculturas de madera del siglo XVIII de la escuela de Ignacio Vergara (un pie, un cristo y una palma con motivos florales), un arma de fuego inutilizada de principios del siglo XX, tres rosarios de madera, 37 medallas de latón conmemorativas de asociaciones y méritos educativos y un cincuentín de plata del reinado de Juan Carlos I.
“Es un museo en situación de vulnerabilidad, los ladrones han accedido directamente por la puerta del almacén y no tenemos imágenes”, explicó el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, que compareció acompañado de la directora general, Carmen Amoraga.
El museo, que sigue teniendo a buen recaudo sus principales piezas (tablas y pinturas góticas, cuadros de Goya, Velázquez, Sorolla...), es titularidad del Ministerio de Cultura, aunque la gestión está atribuida a la Generalitat, que es quien designa a la dirección del San Pío V.
Responsabilidad
Girona argumentó que “la responsabilidad de la Generalitat es mínima” porque las obras de ampliación del museo, en cuyo perímetro se realizó el robo, están dirigidas por el Ministerio de Cultura, que fue alertado de lo sucedido una vez que los empleados descubrieron la desaparición de las piezas. “El robo es una consecuencia no deseada de la pésima dirección de los últimos años [del anterior Ejecutivo autonómico del PP]”, indicaron los responsables de la Generalitat. Amoraga fue más allá y apuntó directamente a la exconsejera de Cultura María José Català y a la exdirectora del museo Paz Olmos y anunció un cambio en “el protocolo de vigilancia para hacer más racional el sistema” ante la imposibilidad de contar con más presupuesto este año. El Ministerio de Cultura señaló ayer a este periódico que se estaban recabando todos los datos del suceso.
El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, afeó al actual Ejecutivo autonómico de coalición (PSPV y Compromís) que la mayoria de sus miembros haya tomado unos días de vacaciones en vez de estar pendiente de la gestión diaria y de nombrar un nuevo equipo de dirección en el museo de Bellas Artes. El portavoz de los populares valencianos, Luis Santamaría, negó cualquier responsabilidad de su partido y se preguntó por qué no se había mejorado la seguridad si el nuevo Consell la consideraba suficiente.
Especializado en pintura gótica —y dotado con una importante pinacoteca de etapas posteriores y una notable colección de esculturas—, el origen del Museo de Bellas Artes de Valencia está relacionado con la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos fundada en 1768. La institución recibió un impulso definitivo con la desamortización de 1835, cuando recibió numerosas obras incautadas en los conventos, y abrió sus puertas al público en 1839. Su ubicación actual data de 1939, cuando los daños de su antigua sede en el convento de El Carmen, aconsejaron trasladar los fondos al seminario de San Pío V. Unos fondos ahora menguados por los ladrones.
Babelia
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