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Noa canta a Joaquín Sabina y a Juan Pablo II

La cantante israelí se inspira en su nuevo disco en personajes de su vida

La cantante Noa en una presentación en Roma, el 17 de febrero de 2013.
La cantante Noa en una presentación en Roma, el 17 de febrero de 2013.luigi Orru (Cordon)

La cantante israelí Noa (Tel Aviv, 1969) es buena para dar titulares. Cuando habla, no se cohíbe. Dice abiertamente que Francia ha dado demasiada libertad a los extremistas en el pasado. Que Israel y Palestina deben reconocer su dolor y perdonar. Y que nunca abandonará su sueño de paz. Pero cuando canta, lo que quiere es dar una cura de amor. Eso es lo que predica con su nuevo disco, Love Medicine (Universal), una combinación de canciones inspiradas en distintas personalidades, que la ha vuelto a llevar a España.

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“Ya son 22 años presentándome aquí y todavía no sé español. Empiezo a preocuparme”, bromeaba en la presentación de su álbum el pasado lunes en Madrid. Si bien no todas sus canciones son amenas (Noa también suele escribir sobre su tristeza, añoranza y desesperanza), entre cada tema la artista busca relajar a su público, hacer que se olvide de los problemas que tanto critica cuando hace activismo. “No suelo escribir canciones políticas porque para eso tengo otros instrumentos. Mi boca, mi blog, mis discursos. Mi música hace contraste con lo hago en la política, esa es mi prerrogativa como artista”, explica la cantante criada en Nueva York, asegurando que cuando compone busca algo más profundo y verdadero.

Por eso su más reciente disco es un producto de la observación a personajes que la han marcado. La canción You-tú, por ejemplo, la compuso después de conocer a Joaquín Sabina y visitar su casa de Madrid. “Quedé maravillada por su colección de libros y arte, por su talento… Le escribí esa canción y cuando la escuchó dijo que la traduciría para que la cantáramos a dueto”. Ahora dice que fue más una adaptación, porque lo que hizo Sabina fue interpretar lo que ella había escrito en inglés y decirlo a su manera en español. “Ha quedado increíble, lo hizo a su manera porque él es un artista de verdad”.

Otro a quien ha querido glorificar con sus letras es al papa Juan Pablo II. De los 12 temas que tiene el álbum, cuatro fueron compuestos para un musical (que al final nunca se hizo) sobre la vida ese “líder religioso como pocos, abierto de mente”, como ella lo describe. Al menos dos veces cantó para él cuando aún vivía, pero no fue hasta que la llamaron para la composición de los temas que empezó a documentarse sobre su vida. “Entonces me enteré de que en su juventud quiso ser actor, y que se enamoró de una chica judía. Así que lo imaginé en esa situación, cómo sería él hablando con esta chica una noche cualquiera”, cuenta sobre la inspiración detrás de Look at the Moon, en la que canta “¿Crees que la luna conoce el idioma de nuestras plegarias?, ¿Crees que le importa?”. La frase puede considerarse un guiño a la diversidad que tanto defiende cuando hace política: “Yo creo que la diversidad es fantástica. El problema está en qué vamos a hacer con ella, ¿La vamos a aceptar o la vamos a recibir con agresividad?”.

“No suelo escribir canciones políticas; para eso tengo otros instrumentos”

Ella conoce esa agresividad de cerca y muchas veces ha criticado el conflicto entre Israel y Palestina, siempre a favor de la paz, a menudo recibiendo reproches de los seguidores de ambos bandos. Pero no está ni cerca de parar. “Debemos ser muy fuertes con los líderes que incitan al odio en nombre de la religión. Debería ser ilegal en todo el mundo, pero parece que ellos fueran nuestro punto débil. Cuando lo hace cualquier otro tipo de dirigente lo criticamos inmediatamente. Es como si los religiosos tuviesen un monopolio sobre la verdad”. En marzo hay elecciones en su país, y aunque no se atreve a predecir un resultado, sí lanza un aviso a sus compatriotas: “Yo quisiera que hubiera nuevos líderes que intercedan por la paz, pero el pueblo los tiene que apoyar. La gente tiene la responsabilidad de votar por personas que no estimulen la guerra”.

También cree que deben intentar sentir el dolor del otro. En la canción There Must be Another Way de 2009, probablemente la única en la que hace una pequeña referencia a un conflicto, Noa cantaba “Cuando lloro, lo hago por ti y por mí, mi dolor no tiene nombre”, hoy dice que todavía se siente así. “Todos sufrimos cuando hay una guerra, y creo que la solución es que debemos llorar juntos, para que luego podamos celebrar juntos también”.

¡Qué vivan los moderados!

V. F.

En medio de las reacciones frente a al atentado sufrido por el semanario satírico francés Charlie Hebdo, Noa no se queda atrás en la lluvia de opiniones. Explica que, si bien le parece que Francia ha sido suave con los extremistas en el pasado, es porque cree que todos los países necesitan ser más estrictos en ese aspecto. "Lo que no puede suceder es que usen lo que pasó en Francia para castigar a los musulmanes. Se debe hacer la paz. Como decía Isaac Rabin: hay que luchar contra el terrorismo como si no hubiese paz, y buscar la paz como si no hubiese terrorismo", asevera la cantante.

Por eso le han gustado las manifestaciones en las calles de París, algo que sueña siga sucediendo en esa y otras ciudades. "Necesitamos más grandes demostraciones de los moderados, que sea un movimiento mundial. Pero el problemas con los moderados es que son perezosos", opina un poco en broma, "tenemos que levantarnos de nuestros traseros y hacerlo".

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