Sublime obra de arte
El aficionado reciente quedará asombrado al ver cuánta belleza puede crearse en un tablero de ajedrez. Y el experto también gozará
Estudio de A. Troitzky
Ceské Slovo, 1924
Prepárese el lector para sensaciones muy fuertes, y aún más si no conoce el famoso mate de Saavedra, que glosamos aquí el 7 de febrero de 2004 (sugiero al lector que no consulte el enlace hasta que haya apurado esta columna). Desde entonces hemos publicado más de 20 composiciones de Alexéi Troitzky (1866-1942), autor de varios estudios sublimes, como éste. Por muy peligroso que sea el peón de h6, todo indica que las negras, con pieza de más, tienen recursos más que suficientes para asegurarse el empate. Por ejemplo: 1 h7 Tg5+ 2 Rxd6 Txh5 3 Rxd7 Txh7, con un empate muy fácil; además, las negras también cuentan, como Plan B, con la maniobra Af5. Pero hay una idea muy oculta, que es ganadora. Para mayor sofisticación, esa idea tiene una ramificación aún más escondida, que es la clave más bella del estudio: 1 h7 Tg5+ 2 Rxd6 Txh5 3 Rc7!! (primera sorpresa: el rey negro está mucho peor de lo que parecía, y se amenaza mate en a2; pero lo más bonito aún está por llegar...) 3 ..Ae6 4 Rb8!! (segunda sorpresa; no sólo hay una red de mate sino otra, en d6; pero no es esto lo más bello; todavía hay mucho más...) 4 ..Ad5 5 Txd5! Txd5 (todo parece decidido pero, de pronto, el jugador de las blancas se lleva un susto tremendo porque a la coronación de una dama seguiría el jaque en d8, con un precioso mate por ahogado. Y es ahora cuando la belleza de esta composición llega al clímax...) 6 h8T!! (la amenaza de mate en h6 sólo permite una defensa...) 6 ..Td6 7 Rc7!, y el mate en a8 obliga a la rendición.
Correspondencia: ajedrez@elpais.es
Babelia
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