Música clásica: ¿dónde están los alemanes?

Con el muro derribado, crecerían las flores en el mundo de la cultura, se abrían fronteras y aumentarían las expectativas, la esperanza, lo cual fue cierto, para todo el mundo, para los alemanes, en primer lugar, pero no para el talento musical alemán. El país, ya unificado, el pueblo que durante siglos armó la columna vertebral europea de un arte como la música, una columna, cuyas vértebras principales las han formado Bach, Beethoven, Brahms o Bruckner, no ha gozado de un reflorecimiento en cuanto a talento especialmente brillante después de la caída del muro. Sí en sus instituciones o formaciones de conjunto, donde Alemania ha actuado como un imán pero para que allí se desarrolle talento de todo el mundo, no autóctono de manera destacada.

No es casual, que entre las cuatro orquestas más punteras del país: la Filarmónica de Berlín, la Gewandhaus, de Leipzig, la Filarmónica de Múnich o la Staatskapelle, no hallemos un solo director titular alemán. En la primera hay un inglés (Simon Rattle), en la segunda un italiano (Riccardo Chailly), en la tercera, un ruso (Valeri Gergiev, a partir de 2015) y en la cuarta, un judío nacido en Argentina (Daniel Barenboim).

Eso no quita para que podamos destacar el talento de dos figuras emergentes:

David Afkham (Freiburg, 1983), con la suerte que eso supone para España, donde ha sido nombrado titular de la Orquesta Nacional. Asistente de Gergiev, precisamente en la Sinfónica de Londres, de ascendencia parsi, comenzó a destacar cuando ganó el concurso Donatella Flick. Posée energía, carisma, capacidad de motivación. Marca la diferencia en contundencia y sonido, arrastra y electriza.

Alice Sarah Ott (Múnich, 1988), destaca en cuanto a la interpretación esta pianista, de madre japonesa y padre alemán, que quiso dedicarse al instrumento con sólo tres años, tras acudir a un concierto. Ganadora de varios concursos, estudió en el Mozarteum de Salzburgo y ya ha iniciado una sólida carrera como solista destacada en varios escenarios del mundo.