La feria de las vanidades viajeras
El sector del turismo de lujo, en plena expansión, se cita en Las Vegas
El sector de los viajes de lujo es una galaxia en plena expansión que ha girado esta semana en torno al rutilante sol de Las Vegas. El motivo fue la feria Virtuoso, todo un acontecimiento en el turismo de alto nivel. Lo más granado del sector, el único que ha registrado un crecimiento continuado en la última década, se cita cada año en el Bellagio, uno de los casinos más exclusivos de la ciudad del juego para celebrar la buena marcha de un negocio redondo.
Las cifras son cristalinas: los agentes vinculados a Virtuoso en todo el mundo facturaron solo en 2013 más de 25.000 millones de euros. La organización, fundada por Matthew Upchurch y con un cuarto de siglo de vida, concentra, previo pago, gran parte de los actores principales de esta película. “Tenemos comités en cada país y en cada categoría que se aseguran de que cada nuevo afiliado cumpla con los requisitos necesarios”, cuenta Upchurch a EL PAÍS.
“Virtuoso es una red de contactos, que comunica a los proveedores con las agencias de viajes y que te asegura un nivel de calidad en las interacciones que nadie más en el mundo puede proporcionarte”, afirma el mexicano Enrique Felgueres, presidente del grupo que lleva su nombre, miembro de la junta directiva de esta organización y especialista en viajes de lujo. Felgueres fue uno de los 4.500 delegados de 92 países llegados para compartir puntos de vista y establecer nuevas conexiones, seguramente la parte más vistosa y relevante de Virtuoso: un millón y medio de reuniones en cinco días de evento, a razón de seis minutos por reunión en los que los organizadores llaman speed dating y que consiste —básicamente— en una presentación con tiempo limitado en el que el proveedor (sea una línea aérea, una cadena de hoteles o un experto en desplazamientos a medida) ofrece al cliente (una agencia de viajes, normalmente) un vistazo rápido de sus novedades. En estos días, la cantidad de transacciones que se produce supera los 40 millones de euros, convirtiendo este evento en el más importante del mundo en el segmento del lujo.
Este año, los asociados de la organización han podido oír a los expertos en viajes diseccionar las últimas tendencias en el sector, que van desde la enorme pujanza de los cruceros en Europa (especialmente en ríos) hasta los denominados viajes multigeneracionales, pasando por el (gigantesco) incremento de visitantes en Nueva Zelanda (un 190% respecto a 2012) a la presencia de la vieja Europa (un 18% más de visitantes) o la entrada en el sector de los viajes relacionados con el vino, con especial incidencia en Sudáfrica.
La llegada al mercado de África o Asia ha transformado muchas agencias de viajes, especializadas ahora en viajes a medida a los lugares más insospechados: “El lejano Oriente es uno de los destinos más solicitados por nuestros clientes, que buscan salir de las rutas turísticas más obvias”, dice Upchurch. Además, el fundador de la compañía resalta el papel —renovado— de las agencias de viajes y de los proveedores tradicionales, que a simple vista parecían desplazados por la llegada de Internet: “Hay mucha mitología acerca del papel de las agencias en las costumbres del viajero moderno. Lo cierto es que no se puede sustituir al factor humano, especialmente cuando uno tiene problemas en la otra punta del mundo. Nosotros nos aseguramos de que siempre haya alguien cubriendo la espalda de nuestro cliente, y, aunque pueda parecer lo contrario, uno se ahorra dinero cuando contrata a través de un agente de viajes”.
España cuenta con representantes de éxito contrastado en Virtuoso: hoteles como el Villa Magna en Madrid, el Palace en Barcelona o Finca Cortesin en Málaga dan buena fe de ello estos días en Las Vegas, durante un evento que sirve también para presentar las últimas novedades de un sector en el que parece todo inventado: desde cruceros a 100.000 euros el pasaje a viajes pensados estrictamente desde un prisma educativo, pasando por hoteles que invierten sus beneficios en reservas para elefantes en peligro por culpa de los cazadores furtivos.
Algunos, como Joss Kent, dedican sus esfuerzos a la conservación de especies amenazadas (“he creado un espacio para rinocerontes que han sido heridos o se encuentran convalecientes en Botsuana”, dice el propietario de algunas de las mejores instalaciones hoteleras de Kenia) mientras que otros, como Taj Hotels, restauran los antiguos palacios indios y los usan como espacios para invitados de lujo: “El mantenimiento de estos es muy cuantioso, así que cuando sus propietarios no pueden hacerse cargo de los gastos nosotros entramos en la ecuación”, cuenta Renu Baso, vicepresidente de la cadena. Otros en auge son los “sastres de viajes”, compañías que se dedican a planificar con meticulosa atención por el detalle.
El ascendente de Virtuoso puede verse en los centenares de aspirantes que desean entrar a formar parte de esta red y que son seleccionados a través de criterios que cambian a medida que el sector se moderniza y despereza. “Para nosotros, la vigencia de nuestros agentes es lo más importante, por eso exigimos a nuestros asociados que se reciclen constantemente a través de cursos y actividades a los que pueden acceder sólo si pertenecen a Virtuoso”.
Para los recién llegados a Las Vegas que participan en este evento, la experiencia puede llegar a ser abrumadora: un asociado tiene entre 500 y 1.000 reuniones (dependiendo de sus prioridades) en 72 horas. “Todo lo que necesitas para mejorar en tu negocio está aquí: lo que va a pasar, las nuevas tendencias, los países a los que debes prestar atención en el futuro, las herramientas que vas a necesitar. Por eso Virtuoso es inimitable, nadie puede sentar a todas las partes en una mesa y ayudarlas a compartir ideas”, dice Felgueres. De momento, y más allá de cifras y declaraciones de intenciones, lo que es difícil de negar es la naturaleza singular de esta organización, que ha pasado de la era analógica a la digital (la web de Virtuoso es una de las páginas de viajes más visitadas del mundo) sin traumas ni complicaciones y cuyos resultados son atronadores.
Babelia
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