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El superpoder de salvar Hollywood

El estudio de cine Marvel suma con ‘Guardianes de la galaxia’ su décimo taquillazo en ocho años

Un fotograma de 'Guardianes de la galaxia'.
Un fotograma de 'Guardianes de la galaxia'.

Marvel: la casa de las ideas. Este era el eslogan por el que se conocía esta popular editorial de cómics cuando sólo se dedicaba a eso, a los cómics, a crear superhéroes de papel con los que salvar el mundo. “Y así se sigue sintiendo, como la casa de las ideas”, confirma a este diario Kevin Feige, su actual presidente. Su aspecto es poco prometedor, 41 años mal llevados, ocultando su calvicie bajo una perenne gorra de beisbol y la barriga con una vestimenta demasiado anodina como para ser uno de los hombres más influyentes en Hollywood. Pero los estudios Marvel están llenos de buenas ideas y sus superhéroes no sé si salvan el mundo pero han salvado Hollywood. El triunfo de Guardianes de la galaxia sólo es el último ejemplo de un 10 de 10. Diez estrenos producidos tan sólo ocho años de historia como estudio de cine y diez taquillazos como diez soles. Un total de 4.772 millones de euros amasados en este tiempo en la taquilla a los que sumar el éxito mundial de Guardianes de la galaxia, cercano a los 200 millones de euros en todo el mundo. El triunfo de Marvel supera incluso los logros del otro niño prodigio del Hollywood reciente, los estudios Pixar. Pero como pasa con todos los que triunfan, Marvel es por partes iguales motivo de envida, críticas y recelo en esta industria. ¿Cuál es su secreto? Y, más importante ¿se puede copiar? “No hay más secreto que la riqueza de personajes con la que contamos en nuestro universo. Contamos con una cantera maravillosa”, agrega Feige.

Hay algún otro secretillo escondido a la vista de todos. Como explica James Gunn, director de Guardianes de la galaxia, una de las razones del triunfo actual de los superhéroes de la Marvel es que son mucho más que cómics. “Me gustan los cómics pero mi cultura es el cine y mi meta, que los fans no sientan la decepción que yo sentía cuando lo hacían mal”, comenta, casi repitiendo palabra por palabra el sentimiento de Feige. Son muchas las que se han hecho mal. Como editorial, Marvel se encontraba al borde de la bancarrota cuando Feige tomó las riendas hace 14 años. Habían empezado a vender sus franquicias a otros estudios como Fox (X-Men, Daredevil, Elektra, Los 4Fantasticos y Silver Surfer), Sony (Spider-Man, Ghost Rider) y Universal (El increíble Hulk) con resultados no siempre buenos. Eso hasta que consiguieron su propia financiación y lo arriesgaron todo a una carta: Iron Man. Ni era el cómic más popular del ahora estudio ni Jon Favreau era conocido por dirigir películas de gran presupuesto y estaba muy reciente el paso de Robert Downey Jr. por la cárcel. El resultado: De entrada más de 436 millones de euros en la taquilla y la ristra de éxitos que le siguieron incluyendo no sólo esta saga sino la de Thor y la de Capitán América. Además de una nueva forma de hacer cine. Porque a las sorprendentes elecciones de reparto y dirección se sumó el fenómeno Los Vengadores, la saga de todas las sagas, esa que resume la filosofía del estudio y que ahora todos quieren copiar, desde Warner y su Batman v Superman: Dawn of Justice hasta la propia continuación de La guerra de las galaxias. “Ideas todas únicas y diferentes por separado pero todo un universo de posibilidades cuando están todas juntas”, describe Gunn.

Películas todas ellas relacionadas aunque independientes en su trama que ahora, con Guardianes de la galaxia van más allá. “Con nosotros Marvel se expande a un nivel cósmico”, se aventura a decir Chris Pratt, su protagonista y el Harrison Ford del nuevo milenio. Un actor de televisión prácticamente desconocido y más bien entrado en carnes transformado ahora en un superhéroe humano que se los lleva a todos de calle en Guardianes de la galaxia. Porque la cinta, en lugar de continuar con las aventuras fantásticas pero que transcurren en un mundo terrenal a las que ahora Marvel nos tenía acostumbrados se lleva al espectador a otras galaxias, lejanas o no, en una recuperación de lo que fueron las space opera de finales de los 70. “No quise hacer La guerra de las galaxias sino algo que te haga sentir como nos hizo sentir aquella película a la salida del cine”, dice Gunn. En su caso, ver La guerra de las galaxias a los 9 años le cambió la vida. Feige no se avergüenza al reconocer que aquel Episodio IV sigue siendo lo mejor que vio nunca. Y eso es lo que desea hacer con Marvel, películas que dejen esa huella.

En 2000, al borde de la quiebra, la compañía vendía sus franquicias a otros

Como dice Pratt “una gran historia envuelta en el mejor de los papeles”. Traducción: Una buena historia con mucho dinero y lo mejor de la tecnología. Se necesita dinero para hacer dinero y Marvel nunca lo ha racaneado. Al menos en la pantalla. O en el bolsillo de Downey Jr., en la actualidad el actor mejor pagado de Hollywood gracias a estos estudios. En cuanto al resto… los contratos suelen ser leoninos y, en el caso de los actores, con una opción por siete entregas, lo máximo autorizado por la ley. Esos además de cameos que incluso pueden ser en otros medios y amplia disponibilidad. Terrence Howard fue reemplazado por Don Cheadle en Iron Man 2 en cuanto pidió más dinero y las presentaciones de Marvel a la prensa suelen estar calculadas hasta en el número de bebidas que ofrecen por periodista. Con escasamente 200 personas en plantilla, a los estudios Marvel no les gustan los excesos de Hollywood. “Los presupuestos están ajustados –reconoce Feige- para lograr una producción más efectiva y con más probabilidades de proporcionar beneficios lo que permitirá realizar más filmes”. Los presupuestos no oficiales de las películas Marvel oscilan entre los 130 y los 150 millones de euros. De ahí que el presidente añada eso de que lo de “presupuesto apretado” es relativo. “Lo que pasa es que no dejamos las puertas abiertas. Lo que invertimos tiene que estar en las pantallas”, añade.

La firma ha amasado en los últimos ocho años 4.772 millones de euros en las salas

El dinero se ve. Zoe Saldaña se pasó de 4 a 5 horas diarias de maquillaje para convertirse en la criatura verde de Guardianes de la galaxia mientras escuchaba a Luz Casal, Jarabe de Palo y Manu Chao en su iPod. Bradley Cooper cualquier día ganará un Oscar pero mientras será recordado como la voz de Rocket el mapache que se roba la película. Y Marvel no escatimó a la hora de contratar a Vin Diesel aunque fuera para decir una sola frase en toda la película. “Soy un friki y dirigir Guardianes de la galaxia ha sido el sueño de mi vida. Además de poderlo hacer como quería”, resumió Gunn contento con el resultado de la cinta y hasta ahora detrás de proyectos de lo más independientes. Suerte que su visión coincidió con la de Feige y la del “consejo de sabios” que realmente dirigen las películas de Marvel porque ninguno de los realizadores encargados de estos grandes superhéroes de la pantalla ha contado hasta ahora con el famoso final cut. La última palabra la tiene Feige. O Bob Iger, al frente de los estudios Disney que en 2009 compraron los estudios Marvel por 2.982,5 millones de euros. “La cadena de mando está clara y yo trabajo para ellos –añade Feige al diario.- Pero desde el principio me dijo que creía en nuestras decisiones y nunca se ha inmiscuido”. Feige o el resto de su equipo (especialmente el co presidente del estudio Louis D’Esposito o Victoria Alonso, vicepresidenta ejecutiva de efectos visuales) están presentes durante todos los rodajes tomando parte de todas las decisiones. Una forma de producción más similar al funcionamiento de un Pixar en la que autores como Kenneth Branagh (Thor) o Favreau no se han sentido especialmente a gusto y de la que Edgar Wright salió tarifando antes de comenzar el rodaje de Ant-Man del que ahora se hará cargo Peyton Reed. El propio Joss Whedon, alma de Los Vengadores, aún no ha firmado por la más que segura tercera entrega.

Con Los Vengadores: La era de Ultrón Marvel pondrá fin a lo que ha llamado su fase dos y acometerá una tercera de la que forma parte Ant-Man, la segunda parte de Guardianes de la galaxia, el Doctor Strange que dirigirá Scott Derrickson y esos otros cinco títulos aún por darse a conocer para los que estos estudios ha reservado fecha de aquí al 2019. Según Feige hay secuelas y nuevos universos hasta, por lo menos, el 2028. ¿Con el mismo éxito? Eso queda por ver. Pero hasta la fecha el verdadero secreto de Marvel es que ha sido capaz de entender y plasmar en la pantalla el tipo de cine que la audiencia quiere ver. Y mientras eso se mantenga, ahí estarán sus superhéroes para satisfacer a su público.

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